El Colegio Nazaret de Oviedo apuesta por abrir los ojos al mundo. "Salir de la seguridad del colegio y de sus casas fomenta las relaciones sociales entre iguales, así como el intercambio de ideas y culturas", aseguran los responsables del centro. Además, en los tiempos en que vivimos, cuando nuestros jóvenes tendrán, muy probablemente, que viajar fuera de España para tener salida profesional "es más que necesario establecer lazos de unión con otros países que permitan a los alumnos ampliar sus conocimientos socioculturales de la Unión Europea". En una sociedad globalizada como la actual, tener esta clase de experiencias es, para el colegio, "una prioridad para el futuro profesional de sus alumnos, que han de convertirse en ciudadanos del mundo".

Partiendo de esta convicción, los alumnos de Secundaria del Colegio Nazaret participan, ya tradicionalmente, en sucesivas actividades internacionales: en 2.º de ESO se realiza un programa de intercambio con un centro europeo; en 3.º un programa de inmersión lingüística en Londres; y en 4.º un viaje de estudios fuera de nuestras fronteras (en estos momentos, se encuentran en Grecia).

El programa de intercambio, por ejemplo, se está convirtiendo en uno de los sellos de identidad del centro. Desde hace cinco años, el Colegio Nazaret lo lleva a cabo con el colegio alemán KGS (Der Kooperativen Gesamtschule) de Schneverdingen, en Hamburgo, lo que posibilita que los alumnos establezcan relaciones con sus compañeros alemanes que van más allá del propio programa. "Esto es, quizá, lo que hace de este intercambio una experiencia diferente a los demás a lo largo del tiempo, se ha producido una relación de cariño y amistad, no sólo entre los alumnos alemanes y los asturianos, sino también entre sus profesores e incluso las familias", comentan en el centro. Un intercambio de estudiantes resulta una ocasión inmejorable para poner en práctica todos los aprendizajes, experiencias y competencias adquiridas por los alumnos a lo largo de su vida escolar.

"Consecuentemente, este colegio sitúa esta experiencia como centro de un aprendizaje que va más allá de lo académico", aseguran. Tanto en la visita como en la acogida, los alumnos participantes actúan como embajadores culturales de nuestro país, y "dan muestra tanto del carácter hospitalario y acogedor de nuestra comunidad, como del modelo de convivencia que caracteriza al centro".

La organización del intercambio está muy bien programada. Una vez concretado el número de alumnos y alumnas interesados en participar, empiezan a conocerse a través de las redes sociales, correo electrónico o Skype. "El inglés es su idioma de comunicación, e incluso los alumnos asturianos actúan como improvisados profesores de español para sus compañeros alemanes que estudian nuestra lengua en su país", destacan.

Las familias de acogida son informadas en todo momento de cualquier aspecto relacionado con el intercambio, y los profesores realizan un importante trabajo previo para tratar de que todos los alumnos tengan una pareja lo más afín posible a sus gustos e intereses. Son los alumnos alemanes quienes visitan el Colegio Nazaret y son acogidos en sus familias en primer lugar y, posteriormente, los alumnos asturianos viajan a Hamburgo. En ambos casos son acompañados por sus profesores, quienes aprovechan la ocasión para intercambiarse material didáctico y conocer las metodologías, experiencias y organización del otro centro.

Durante su estancia en Asturias y Hamburgo, los alumnos realizan visitas que les permiten conocer de forma cercana y amena la geografía, naturaleza y cultura de sus respectivas comunidades. Este año, los alumnos alemanes han conocido lugares tan emblemáticos como Taramundi, Avilés, la cuenca del Nalón, la costa oriental y Covadonga, y los alumnos asturianos conocieron lugares como Hannover, el Heide Park y la importante urbe de Hamburgo.

La experiencia resulta "extraordinaria e inolvidable para todos, alumnos, profesores y familias, y se crean lazos de amistad que permanecen en el tiempo", destacan en el colegio. Pero el programa de intercambio es sólo un ejemplo de la apuesta decidida del Colegio Nazaret por "un aprendizaje real y actual, que contribuya a hacer de sus alumnos adultos capaces de comprender el mundo y mejorarlo".