Los jóvenes de hoy tienen mucho que decir. Oviedo acogió del 25 al 27 de mayo el Quinto Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil y Adolescente, que culminó con la lectura del "Manifiesto de Oviedo" que recoge sus propuestas. No buscan likes vacíos ni exigen móviles para todos, nada más lejos de la realidad. Piden que se les escuche, que se piense no sólo en el hoy, sino también en el mañana, y en la sociedad que se quiere dejar como legado a los que vienen detrás.

Este evento fue organizado por la Plataforma de Infancia, el Ayuntamiento de Oviedo, anfitrión de la quinta edición, y UNICEF Comité Español. Durante tres intensos días, 200 niños y adolescentes de entre 10 y 17 años combinaron en Oviedo sesiones de trabajo en las que se combinó la creatividad artística con el análisis de la realidad y el marco de sus derechos. Estos dos centenares de jóvenes, que a través de los Consejos de Infancia de sus localidades representaban a más de 800.000 menores de trece comunidades autónomas, se dedicaron principalmente a materializar el lema del encuentro, "Creando el puzle de nuestros derechos", cuyo hilo conductor en las temáticas trabajadas fue la equidad, es decir, el acceso justo que tienen todos los niños, niñas y adolescentes, de tener las mismas oportunidades, en todos los lugares. Los temas tratados, todos ellos enmarcados en los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), fueron: participación infantil, no discriminación, y supervivencia y desarrollo. Las tres temáticas sobre las que más han incidido los participantes han sido igualdad de género, identidad y diversidad, y el ciberbullying en redes sociales. "De esta experiencia hemos sacado que somos escuchados, y que se nos tiene en cuenta", aseguraba un joven madrileño participante en el encuentro.

El tema de la igualdad de género y la brecha salarial es uno de los que más les preocupan, y proponen: "Que se cree un puesto de trabajo que revise si esta brecha salarial está presente en las empresas".

En cuanto al ciberbullying y redes sociales, consideran que éstas "nos conectan con el mundo, pero también si eres adicto pierdes lo que sucede a tu alrededor, y de tu desconocimiento la gente se podrá aprovechar. Por eso, es bueno limitar su uso, no subir contenido ofensivo o inapropiado y no seguir a gente desconocida". Otra de sus ideas, la cual se incorporó en el Manifiesto sobre identidades y diversidad, va dirigida a aquellos que no son como los demás, que no siguen el patrón de la mayoría. "Hemos visto también que ser diferente no es nada malo. Para normalizar la diversidad necesitamos una base desde la educación y desde la familia".

Los niños y niñas tienen claro que sus intereses deben ser lo primero, por ello piden frente al maltrato infantil una mejor protección mediante leyes y penas más severas. "Tienen que ser más duras y cuidando siempre a la víctima", señalan.

El "Manifiesto de Oviedo" fue presentado el 27 de mayo en el Palacio de Congresos ante más de 500 personas, entre representantes de los consejos de participación, autoridades, organizaciones sociales y familias. Este memorando que recoge sus ideas y propuestas tendrá un largo recorrido durante los próximos meses. Por una parte, será una herramienta para trasladar la voz de la infancia a los actores políticos por parte de la Plataforma de Infancia y UNICEF Comité Español, con el fin de que sean tenidas en cuenta en el diseño de políticas y programas dirigidos a la infancia. Asimismo, está previsto que un grupo de representantes de niños, niñas y adolescentes las presente a principios de 2019 ante la Comisión de Derechos de Infancia y Adolescencia del Congreso de los Diputados.