Bilbao / Madrid

El dirigente de Batasuna Pernando Barrena aseguró ayer en San Sebastián que, a pesar del atentado perpetrado por ETA el pasado sábado en Barajas, «no hay ninguna constancia expresa de que el alto el fuego esté roto» ya que la banda no lo ha anunciado en un comunicado. Por su parte, otro dirigente de Batasuna, Joseba Álvarez, aseguró que nadie imaginaba que se fuera a producir el atentado, aunque el proceso de paz «estaba en crisis».

Para Barrena, al igual que para Álvarez, «debe ser la propia ETA» la que interprete «lo que ocurrió el pasado día 30 en Madrid». Mientras ETA no haga público un comunicado, Batasuna considera que «hablar de cuál es la situación del alto el fuego, si está vigente o no, es especular políticamente», según indicó Barrena, quien defendió que «todas las partes» adopten «compromisos» para «estabilizar de manera definitiva» el «proceso».

En cualquier caso, ambos dirigentes insistieron en que el «proceso político» no está «en absoluto roto» y abogaron por crear las «condiciones» para que «no se interrumpa» y pueda ser viable.

El atentado no sólo ha cogido por sorpresa a los dirigentes de Batasuna, sino también a la mayoría de los presos etarras, según informaron ayer fuentes penitenciarias. Aunque los reclusos se muestran muy cautelosos y no han tenido reacciones colectivas, la sensación de los responsables penitenciarios es que no se esperaban el atentado.

Mientras, la fiscalía de la Audiencia Nacional se opuso a que el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, salga de España para asistir a la conferencia internacional Rosa Luxemburgo en Berlín, entre el 12 y el 14 de enero, ante la posibilidad de que sea citado por las declaraciones que efectuó el pasado sábado tras el atentado. Otegi se encuentra en libertad bajo fianza de 50.000 euros en relación con el sumario judicial en el que se investiga la relación entre ETA y Batasuna.

Por otra parte, el vocal del Consejo General del Poder Judicial para el País Vasco Juan Pablo González emplazó al Gobierno a que inste a la fiscalía a actuar contra los dirigentes de Batasuna que comparecieron el sábado en rueda de prensa en San Sebastián para valorar el atentado.