Bilbao

El departamento vasco de Interior informó ayer de que entre los 180 kilos de material explosivo localizado por la Ertzaintza en la localidad vizcaína de Atxondo durante las últimas jornadas figuran elementos para la fabricación de bombas lapa. Según informaciones periodísticas, ETA dispone de cuatro comandos operativos.

Interior detalló que entre el material incautado, la Ertzaintza halló dos dispositivos fabricados a base de mercurio como los utilizados por ETA a lo largo de los últimos años como activadores para dicho tipo de artefactos.

Los tipos de material explosivo encontrados desde el pasado 23 de diciembre -amonal, cloratita y pentrita- fueron utilizados por ETA para atentar con diferentes métodos, incluidos la bomba adosada a los bajos de un vehículo, las cartas destinadas a explotar cuando eran abiertas y los coches cargados con el explosivo y activados a distancia al paso de las personas a las que pretendían asesinar los terroristas, según fuentes de las Fuerzas de Seguridad..

El colectivo de presos de ETA se reafirma en la vía terrorista como «único camino», en un comunicado que se iba a leer el pasado sábado en un acto prohibido por la Audiencia. En el texto, en el que no se menciona el atentado de Barajas, los reclusos de la banda consideran que la negativa del Gobierno a la autodeterminación vasca y la anexión de Navarra «entierra el proceso». Los presos anuncian acciones «de lucha» .

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, aseguró que «salvo que lo diga» ETA, no cree que el atentado de Madrid haya sido fruto de una escisión, por lo que entiende que «en principio» las decisiones de la banda «son asumidas por el conjunto de la organización». Además, advirtió de que tras la «perdida de credibilidad» con la ruptura del alto el fuego sin comunicado previo, «una nueva tregua no valdría a corto plazo».

Gobierno y Policía tienen muy pocas pistas sobre cuál puede ser la nueva estructura de la banda terrorista, que aprovechó los nueve meses de alto el fuego para reorganizarse. De hecho, y según informa en su edición de esta semana «Inverviú», la renovada estructura de ETA estaría compuesta por compartimentos estancos para evitar las detenciones en cadena y la mayor parte de sus nuevos miembros no están fichados. Son jóvenes de la «kale borroka», ajenos al control policial y distribuidos por toda Francia. Fanáticos dispuestos a entrar y salir rápidamente de España para golpear y huir. Además, la llegada del nuevo comisario jefe, Miguel Valverde, en sustitución Telesforo Rubio, ha contribuido a aumentar la confusión y el desconcierto en las unidades antiterroristas.