Madrid

Veinte asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo pidieron ayer a los responsables políticos «la búsqueda de unidad y consenso necesarios para terminar con el terrorismo, actuando con firmeza y fortaleza contra los criminales».

En un comunicado conjunto, las asociaciones expresan su condena «más rotunda» del último atentado y su solidaridad y afecto a las víctimas y sus familiares.

Los colectivos firmantes recuerdan su defensa de la aplicación del Estado de derecho «como elemento fundamental de la lucha antiterrorista» y explican que «la acción de la legalidad a través de la actuación judicial y policial» es «un instrumento irrenunciable para acabar para siempre con la barbarie terrorista».

La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundúa, aseguró ayer que los etarras son unos «pequeños burgueses» que no saben lo que es «pasar las calamidades que sí han pasado sus dos últimas víctimas».

La Federación Nacional de Ecuatorianos destacó que la manifestación del sábado día 13 contra el último atentado de ETA «no pretende reivindicar banderas políticas». El presidente del PP, Mariano Rajoy, dijo que su partido decidirá su asistencia cuando conozca el lema, mientras la Asociación de Víctimas del Terrorismo se concentrará el jueves, como todos los días 11 de cada mes, en toda España contra el atentado de Barajas y por la «verdad» del 11-M.

Más de un millón de trabajadores madrileños se concentraron a mediodía de ayer cinco minutos en silencio a las puertas de los centros de trabajo en repulsa por el atentado de ETA. Ciudadanos de toda España secundaron también los actos de rechazo al terrorismo.

El arzobispo de Madrid y cardenal, Antonio María Rouco Varela, aseguró en su homilía por los dos ecuatorianos asesinados por ETA, que «en España no falta la paz porque haya guerra, sino porque hay terroristas que amenazan la vida y la libertad de sus semejantes».