Madrid

La nueva portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santa María, anunció ayer una «oposición firme y constructiva, responsable y sólida, pegada a la calle, a la gente, a sus problemas y necesidades». Su nombramiento fue recibido con «curiosidad» y «sorpresa» por muchos dirigentes populares. De hecho, el más aplaudido cuando Mariano Rajoy anunció sus nombramientos fue el de Pío García Escudero.

Sáenz de Santa María dijo esperar un «un diálogo sereno, pero serio» y una relación «fluida y responsable» con su homólogo socialista, José Antonio Alonso. Aunque Rajoy aseguró el viernes que ni los elegidos para dirigir el Grupo Popular sabían que lo eran, la nueva portavoz afirmó que el líder del PP le comunicó que ella era la elegida «con el tiempo suficiente» y en una reunión privada. Soraya añadió que a quien primero llamó fue a su marido, porque es a quien más va a cambiarle la vida.

Entre los primeros encargos de Rajoy, la nueva portavoz situó todos aquellos aspectos de carácter «interno y de organización», y aseguró que trabaja para que el funcionamiento del grupo parlamentario sea «muy dinámico» y para que los cargos electos estén «al servicio de los 154 diputados del PP».

Tras insistir en esa idea de que todos los diputados «tendrán tareas» y «protagonismo» y que todos ellos podrán llegar «hasta donde quieran», Sáenz Santa María no desveló qué votará su partido ni en la investidura de Zapatero ni en la elección del presidente del Congreso; una decisión que se conocerá tras la reunión de hoy del grupo parlamentario previa a la sesión de constitución de la Cámara baja.

El más exultante era ayer el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, quien consideró a la nueva portavoz una persona «capaz, joven, preparada y brillante», cuya designación marca «claramente un nuevo rumbo de futuro» para el partido.

Esperanza Aguirre, en cambio, no se despegó ni un ápice del mensaje que lanzó Rajoy, y consideró que en el congreso de junio hay que «renovar los mensajes y los principios y valores, que son los de siempre, y poner al día los cambios que se han producido en la sociedad española, para trasladarlos a las propuestas del partido». Preguntada por las declaraciones de Rajoy respecto a si alguien quiere cambiar la línea del partido, Aguirre consideró que quiso decir que se puede presentar quien lo desee a ese congreso.

Más escueto se mostró Manuel Pizarro, que consideró que el líder del PP hizo «lo que tenía que hacer». El antiguo portavoz del PP, Eduardo Zaplana, consideró «muy buenos» a los responsables del grupo, tanto en el Congreso como en el Senado, y auguró que estarán «a la altura» y lo harán «francamente bien».

Buena parte de las fuentes del Grupo Popular manifestaron «sorpresa» por la elección de Soraya Sáenz. «Curiosidad y sorpresa más que entusiasmo y satisfacción». Así es como resumía uno de los consultados la forma en que los presentes en la junta directiva habían recibido la noticia. La mayoría destacó sus cualidades intelectuales y su formación, pero señalaron la falta de experiencia. Algunos creen que Rajoy ha primado la confianza y la proximidad frente a la experiencia.

Desde el PSOE, José Blanco dijo que «parece que nada va a cambiar en el PP», al considerar que Rajoy interpretó que «la estrategia les dio resultado» y que, por tanto, «van a seguir con la misma que mantuvieron en la anterior legislatura».