Madrid

El presidente del PP, Mariano Rajoy, apostó ayer por el acuerdo entre los dos grandes partidos en política antiterrorista y exterior, modelo de Estado y sistema de protección social, porque se trata de una «necesidad nacional», y ha prometido que él trabajará para dar una respuesta a esos asuntos.

En su intervención en la última jornada del debate de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero, Rajoy dejó claro que no ha encontrado motivos para modificar el voto negativo del Grupo del PP e insistió en que los populares quieren acuerdos de Estado y que están «dispuestos» a ellos.

Rajoy reiteró su preocupación por la situación económica de España y de las familias y, en este sentido, recordó los últimos datos económicos, como la subida, un 0,9 por ciento, de la inflación en el mes de marzo y las previsiones de crecimiento de la economía española hechas públicas por el FMI, que lo sitúa en el 1,8% para 2008.

Rajoy argumentó su preocupación por la economía en los problemas «serios» de competitividad, de endeudamiento de las familias y de las empresas, y en la «crisis de liquidez», ya que España «no está bien preparada» porque se necesitan 9.000 millones de euros mensuales para mantener el crecimiento, «y eso no es algo que esté al alcance de nuestras posibilidades».

Para Rajoy, las medidas propuestas por Zapatero en su primer discurso de investidura son «insuficientes». Por ello, instó al nuevo Gobierno a que «se tome en serio» la situación y a que plantee «pronto» reformas estructurales.

El líder de la oposición volvió a reiterar su preocupación por el tema del agua, cuyo debate en el Congreso sólo ha aumentado «la confusión reinante». A su juicio, España «está sufriendo» las consecuencias de que Zapatero «liquidara» el grueso del Plan Hidrológico Nacional.

«No se puede decir a los españoles que hay trasvases buenos o malos, porque de la sensación de ineficacia se llegaría a la sensación de injusticia», concluyó.