Madrid

Los 26 tripulantes del pesquero «Playa de Bakio», secuestrado por piratas en aguas de Somalia, fueron liberados ayer, están «perfectamente bien» y se dirigen a las islas Seychelles, anunció la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en rueda de prensa.

La vicepresidenta informó de que el atunero partió del lugar donde permanecía retenido poco después de las 17.00 horas, una vez que sus secuestradores abandonaran el buque, y navega hacia un puerto más seguro en dirección a la ciudad de Victoria, capital de Seychelles, escoltado por la fragata «Méndez Núñez». Se espera que puedan llegar a Victoria en un plazo no inferior a las 70 horas.

Los tripulantes del pesquero «Playa de Bakio» -trece españoles y 13 africanos- fueron secuestrados el pasado domingo a escasas millas de la costa de Somalia.

De la Vega no quiso precisar si se ha pagado rescate e insistió varias veces en que «se ha llegado a la liberación como resultado de una acción coordinada y conjunta del Gobierno, del armador y de la diplomacia».

El Gobierno -añadió- «en todo momento ha priorizado por encima de cualquier otra circunstancia la seguridad de los 26 secuestrados» y los «servicios de información siguen trabajando».

«Por parte del Gobierno puedo asegurarles que vamos a seguir trabajando y poniendo todo nuestro empeño para evitar que en lo sucesivo puedan volver a repetirse situaciones como ésta», dijo la Vicepresidenta.

Según aseguró el presidente de la autoridad portuaria de la localidad somalí de Haradhere, Abdisalam Jalif Ahmed, en declaraciones a «Reuters», los piratas mantenían habrían recibido 1,2 millones de dólares (unos 766.188 euros) a cambio de la liberación de los marineros. La difusión de este extremo llevó al portavoz de exteriores del PP, Gustavo de Arístegui, a asegurar que exigirá al Gobierno «transparencia» a la hora de clarificar las circunstancias en las que se ha llevado a cabo la liberación de los tripulantes del «Playa de Bakio».

El diputado recordó que su partido dio «un cheque en blanco» al Gobierno para lograr la liberación de los pescadores. De Arístegui dijo que comprende que «familiares y amigos quieran pagar», pero insistió en la necesidad de saber si «ha habido pago» y, sobre todo, «quién lo ha hecho», ya que el PP se opone a «financiar la criminalidad». Desde León, el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró su satisfacción por el «final positivo» del suceso, al tiempo que garantizó el retorno «seguro» de los marineros.