Madrid

ETA hizo estallar anoche, justo en el inicio del puente festivo del 1 de mayo, dos bombas en San Sebastián y una en la localidad vizcaína de Arrigorriraga, sin que al cierre de esta edición se tuviese constancia de la existencia de heridos.

La primera explosión se produjo pasada la medianoche en un pabellón industrial de Martiartu, en Arrigorriaga, propiedad del Ministerio de Trabajo, según informó a «Efe» fuentes del departamento de Interior del Gobierno vasco. La bomba, que estalló sin previo aviso, causó daños materiales.

Poco después, a las doce y media, otros dos artefactos explotaron en las inmediaciones de la sede del Instituto vasco de Seguridad y Salud Laborales (OSALAN) de San Sebastián. En esta ocasión, un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA alertó a las 23.25 horas a través de una llamada telefónica a la Asociación de Ayuda en Carretera de Vizcaya (DYA) de que «dos potentes bombas» explotarían a las 00.30. Según indicaron a «Europa Press» desde la DYA, la llamada se realizó mediante un dispositivo de distorsión de la voz con un mensaje previamente grabado que fue reproducido en dos ocasiones.

Las dos bombas estallaron concretamente en la zona del aparcamiento del Instituto Oncológico de San Sebastián, en las inmediaciones de la sede de OSALAN y cerca de los juzgados y la estación de Renfe. Al cierre de esta edición, agentes de la Ertzaintza trabajaban en la zona, aunque los daños, en principio, no parecían muy cuantiosos.

Por otra parte, el juez Baltasar Garzón ordenó prisión incondicional para la alcaldesa de Mondragón, Inocencia Galparsoro (ANV), por los delitos de colaboración con banda armada y quebrantamiento de las medidas cautelares y advirtió al resto de cargos de ANV que estudiará su eventual responsabilidad. De acuerdo con la resolución del juez, la Alcaldesa, que fue conducida a la prisión de Soto del Real (Madrid), se implicó en el desarrollo de la estrategia común para contribuir a los fines de ETA, informa «Efe».

Para el magistrado, Galparsoro incumplió «expresamente» el auto de suspensión de ANV y esa «voluntad rebelde» la tienen «todos, en todos los ayuntamientos que controlan», en referencia a los cargos de ANV.