Madrid

Casi un millón de euros anuales cobrará Eduardo Zaplana como delegado de Telefónica para Europa. El presidente de la compañía, César Alierta, decidió contratar al ex portavoz del PP, convencido de que sus contactos con el primer ministro Silvio Berlusconi abrirán a la operadora las puertas de los negocios en Italia.

El fichaje comenzó a fraguarse dos semanas atrás a raíz de un encuentro en un restaurante. En busca de un político con muchos contactos para la delegación europea de Telefónica, Alierta tentó entonces a Zaplana y ambos quedaron para hablar más adelante, según desvela «El País».

La predisposición del político popular a escuchar ofertas, sus contactos en Francia donde conoce al primer ministro, Francois Fillon, y, sobre todo, su relación con Roberto Maroni, ministro del Interior de Silvio Berlusconi, decidieron a Alierta a fichar a un hombre del que sus allegados dicen que es el tipo al que el jefe del Gobierno italiano «le va a coger el teléfono».

El país transalpino es clave para Telefónica tras haber comprado el 10 por ciento de Telecom Italia. Zaplana conserva una relación excelente con José María Aznar. El ex presidente es amigo de Berlusconi y su yerno, Alejandro Agag, socio de Flavio Briatore (escudería Renault), se mueve como pez en el agua entre los grandes financieros italianos.

El fichaje de Zaplana por Alierta está en la línea de los que Tony Blair por JP Morgan, Aznar por Murdoch y Rato por Lazard, y en la propia Telefónica no faltan precedentes. La operadora acogió en su día a Alfredo Timmerman, ex jefe de gabinete de Aznar, a Carlos López Blanco, ex secretario de Estado con el PP, y los socialistas Javier de Paz y Narcís Serra.

El último en enterarse de la marcha por sorpresa de Zaplana a Telefónica fue el líder del PP, Mariano Rajoy. La despedida resonó el martes como un portazo en el Congreso de los Diputados. El político valenciano, nacido en Cartagena, quiso dejar claro que se va al considerar que Rajoy lo ha culpado de la derrota electoral del pasado marzo y que, además, lo ha marginado.

El lunes, Zaplana se tomó la molestia de poner al ex presidente Aznar al tanto de su decisión. A Rajoy lo llama por teléfono el martes, cinco minutos antes de que comenzara la reunión del Grupo parlamentario Popular. El líder del PP se da cuenta del desplante y de que ha sido el último en enterarse y se dirige así a sus diputados y senadores: «Algunos ya los sabréis. Eduardo Zaplana me ha comunicado telefónicamente que ha fichado por Telefónica. Ha sido un extraordinario portavoz. Espero que pueda seguir en el futuro colaborando con el partido». Así lo cuenta «El País», que ve en este episodio las dificultades del líder del PP para acabar con la herencia del aznarismo y la visualización de Rajoy como único superviviente de esa época, aparte, claro está, de Ángel Acebes, a quien también se sitúa ya fuera de la política. Fue una amarga jornada para Rajoy. En la reunión del grupo Manuel Pizarro rechazó la vicepresidencia de Economía con estas palabras: «Yo no quiero nada, Mariano. Llevo 25 años siendo mi jefe».