Bilbao, Efe

El presidente del PNV de Vizcaya, Andoni Ortuzar, aseguró ayer que su partido «sólo va a dar pasos adelante en la construcción nacional» y que el PNV tiene «ganas y fuerza» para «echar un pulso» al presidente Zapatero «y ganarlo», en torno a la celebración de la consulta.

Ortuzar insistió en la mano tendida de su partido para tratar de llegar a un acuerdo con el Gobierno en torno a la celebración de la consulta, según la planteó el Lendakari en su propuesta pero, después de dos meses, «Zapatero sigue callado».

El nacionalista vasco advirtió al Presidente de que al PNV no le va a engañar «con una operación de maquillaje» accediendo a mantener «una sola reunión» justo antes del plazo marcado de junio en la «hoja de ruta», para «hacer el paripé y hacer ver así que ya ha cumplido», pero sin tener realmente la intención de llegar finalmente a un acuerdo.

A su juicio, «da la impresión de que Zapatero tiene la decisión tomada» pero espera para, finalmente, «imputar» a los nacionalistas esa responsabilidad de haber cerrado el camino hacia la posibilidad de avanzar en la normalización y la pacificación.

Según dijo Ortuzar al Presidente, «si lo que quiere es la confrontación, el PNV va a coger ese guante y va a tener enfrente no sólo al PNV, sino a la mayoría social de este país». Añadió que «nos gustaría llegar a un acuerdo, pero no nos da miedo y no hacemos este ofrecimiento desde la debilidad, sino que lo hacemos desde la responsabilidad con la que hemos gobernado este país en los últimos treinta años y con la que queremos seguir gobernándolo en otros tantos».

Ortuzar lamentó la situación política de los últimos días en la que «por un lado ETA sigue intentando ensuciar todas las causas justas», ya que enturbia la «causa abertzale» «y el pasado jueves intentó hacer lo mismo con la lucha obrera», atentado el día del Primero de Mayo contra dos instituciones laborales.

El Gobierno vasco advirtió a Zapatero de que ni no recibe a Ibarretxe, habrá consulta soberanistas. El PNV matizó que puede celebrarse con violencia porque no tiene valor jurídico.