Barcelona

Convergència (CDC) propondrá en su próximo congreso una «hoja de ruta» soberanista para que Cataluña pueda ejercer su «derecho a decidir» en temas clave para su futuro, como el sistema de financiación o las infraestructuras, sin cerrar la puerta, en último término, a la autodeterminación.

Así se refleja en la ponencia política, a la que tuvo acceso «Efe», titulada: «La aportación de CDC a la refundación del catalanismo», cuyo equipo de redacción preside el diputado de CiU en el Parlamento catalán y uno de los «padres» del nuevo Estatuto Francesc Homs.

La ponencia recoge en buena medida los planteamientos expuestos por el secretario general de CDC, Artur Mas, en su conferencia del pasado 20 de noviembre sobre los ejes de su proyecto de refundación catalanista y constitución de la «casa grande» del catalanismo.

La primera de las cuatro ponencias que se discutirán en el congreso de julio y cuyos textos base aprobarán en la reunión del consejo nacional de Convergència de este sábado, día 17, plantea una hoja de ruta para la aplicación efectiva del derecho a decidir de Cataluña.

El texto aboga por crear «un cierto hábito en el ejercicio del derecho a decidir» y por que los catalanes se pronuncien primero sobre cuestiones de relevancia que «puedan suscitar de entrada más consenso», como las infraestructuras o la financiación.

Sin embargo, la ponencia explicita que el derecho a decidir «incluye todas las opciones posibles», también el derecho a la autodeterminación, aunque no se establecen fechas concretas para su hipotético ejercicio futuro.

En concreto, la ponencia señala que «CDC propondrá en los próximos meses una hoja de ruta para el derecho a decidir que incluya, como mínimo, las medidas legales para hacer efectivo el ejercicio» de este derecho, de acuerdo con lo que prevé el Estatuto.

La hoja de ruta también deberá incluir «una lista inicial de cuestiones que se recomienda someter al principio democrático del derecho a decidir, con el objetivo de buscar el apoyo democrático directo del pueblo de Cataluña».

Asimismo, se prevé la «apertura de un proceso de consultas y, si corresponde, de negociación con las diferentes fuerzas políticas catalanistas para fijar las cuestiones y el contenido de lo que se querría someter al principio democrático del derecho a decidir».

Además, se plantea un «itinerario hacia el concierto fiscal catalán», en el que CDC, invocando los «derechos históricos» de Cataluña, situará como «elementos centrales de la negociación los aspectos que faciliten fijar, en el horizonte de la próxima revisión quinquenal prevista en el Estatuto, la evolución del modelo de financiación hacia un modelo similar al concierto económico».

En otro orden de cosas, Convergència planteará en su congreso la posibilidad de presentar listas electorales por separado de Unió en aquellos municipios en los que las agrupaciones locales de ambas formaciones no alcancen un acuerdo sobre la composición de la candidatura.

Mientras, el vicepresidente de la Generalitat, Josep Lluís Carod-Rovira, reivindicó ayer en Londres la «aspiración» de que la UE reconozca a Cataluña como miembro de pleno derecho «algún día», tras defender la «cultura profundamente europea» de esta comunidad.

Carod erigió a Cataluña como una de las regiones con «vocación fuertemente europea y mediterránea», cosa que «contrasta con la España que durante siglos dio la espalda a la realidad europea».