Madrid

El Tribunal Supremo archivó ayer la petición que le hizo el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska de que se pronunciara sobre si el ex ministro de Defensa Federico Trillo debía ser citado como imputado en la causa en la que se investiga el accidente del Yak-42 en Turquía en 2003.

La sala de lo penal del Supremo archivó las actuaciones «sin perjuicio de los resultados de las diligencias que puedan ser practicadas» en la Audiencia Nacional y porque no se dan los presupuestos procesales establecidos en la ley, informa «Efe».

La imputación de Trillo había sido solicitada por la acusación que ejercen las familias de los 62 militares españoles fallecidos en el accidente, pero ante la condición de aforado del ex ministro Marlaska decidió no resolver sobre esta petición y, en su lugar, la remitió al TS para que éste se pronunciara.

El magistrado, sin embargo, se limitó a enviar al Alto Tribunal el escrito de la acusación particular y no, como es preceptivo, una exposición razonada dando cuenta de los indicios que él apreciaba en la conducta de Trillo para imputarle.

El Supremo le contestó el pasado viernes que, sin esa exposición, la sala de lo penal estaba imposibilitada legalmente para decidir sobre la cuestión y requirió a Marlaska para que detallara los indicios contra Trillo. Ese mismo día el juez respondió que no ve ninguno, por lo que Trillo no será imputado en la causa abierta sobre las presuntas irregularidades en la contratación del Yak-42.

Ahora el TS, en una providencia notificada ayer, concluye que «la tramitación instada por el juez de instrucción no resulta procesalmente necesaria» y añade que «el derecho a la tutela judicial efectiva garantiza una respuesta fundada en derecho a las pretensiones sostenidas por las partes, lo que el instructor hubiera podido llevar a cabo por sí».

Según el sumario del caso, Trillo supo pocos días después del accidente que los militares fallecidos habían sido identificados en base a una lista errónea suministrada por su departamento.

Aunque Defensa fue consciente desde el principio de las dudas sobre la identificación, Trillo las negó hasta el último momento. Ahora el sumario revela que sólo 8 días después del siniestro, el 3 de junio de 2003, el Consulado en Estambul advirtió por fax al gabinete de Trillo de que las fechas de nacimiento que figuraban en la lista oficial de fallecidos eran, en muchos casos, incorrectas y que hasta los nombres de pila de algunos soldados estaban confundidos, informó «Cadena Ser».

Por último, el jefe del Estado Mayor de la Defensa, general Félix Sanz Roldán, inauguró ayer en la base militar «Cid Campeador» de Castrillo del Val, en Burgos, un monumento, un monolito con un mural en el que figuran los nombres y rango militar de los fallecidos, de homenaje a los 62 militares que murieron hace cinco años en el accidente del Yak-42 en Trabzon, Turquía.

Al finalizar el acto, decenas de familiares se acercaron emocionados al monumento. Además, reclamaron justicia una vez más.