Burgos

ETA fracasó ayer en Burgos en su atentado «más canalla», tal como lo definió el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. La banda hizo estallar a las cuatro de la madrugada una furgoneta cargada con 200 kilos de explosivos delante de la casa cuartel de la Guardia Civil. Setenta y nueve adultos y cuarenta y un niños dormían en esos momentos en el interior.

La brutal detonación, que dejó el inmueble en estado de ruina, sólo provocó, por puro milagro, 65 heridos leves. La furgoneta bomba había sido estacionada ante la casa cuartel catorce horas antes. Los terroristas lograron burlar la vigilancia para aparcar en la zona al doblar una matrícula que correspondía a otra furgoneta idéntica que tiene un vecino del edificio. Así, aunque el vehículo fue controlado, la coincidencia de placas, marca y modelo hizo que no despertara sospechas. Precisamente mañana se cumplen cincuenta años de la existencia de ETA.

Páginas 25 y 26