Madrid / Oviedo

El alcalde de Torrejón de Ardoz (Madrid), el popular Pedro Rollán, anunció ayer la retirada de las normas de empadronamiento vigentes en el municipio desde octubre de 2008, que impedían registrarse a quienes vivieran en pisos de menos de 20 metros cuadrados o con pasaporte en el que figurara el visado de turista. El Ayuntamiento acata el informe de la Abogacía del Estado, pero Rollán quiso «dejar claro que Torrejón de Ardoz no es un municipio xenófobo».

Pese a que da marcha atrás, el regidor adelantó que seguirá trabajando para evitar los hacinamientos y los «pisos patera» en la ciudad, y reclamó al Gobierno que aclare la normativa sobre este asunto, para que los ayuntamientos sepan si deben o no empadronar a los extranjeros que vienen como turistas. Además, pidió que incremente las ayudas a los municipios para integrar a los inmigrantes.

También exige que se respete la normalidad y la convivencia en la ciudad sin dañar su imagen. Según el Consistorio, en sólo siete años la inmigración «se desbordó» en Torrejón y alcanzó el 20 por ciento de la población total de la ciudad.

El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, consideró «acertada» la decisión del Ayuntamiento de la localidad madrileña porque el requisito de contar con al menos 20 metros cuadrados en la vivienda era «exagerado» y «una excusa para no empadronar» a los inmigrantes irregulares. Corbacho señaló que «todos los técnicos coinciden en que cualquier limitación» en el padrón en este sentido, «si algún día se tuviera que hacer», no debería pasar de los 10 metros cuadrados por persona.

Además, explicó el Ministro, para establecer un requisito de empadronamiento en función de los metros cuadrados sería preciso antes «cambiar la ley de Vivienda».

Por su parte, el secretario general del PSOE de Madrid, Tomás Gómez, afirmó que la rectificación de Torrejón prueba que la Comunidad de Madrid «mintió» y se demuestra que el Consistorio «no actuaba de acuerdo a la ley». En esta misma línea, el PSOE de Torrejón de Ardoz confía en que el «rapapolvo» recibido por Rollán «le sirva para moderar su ideología ultraderechista».

El consejero de Inmigración de la Comunidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, afirmó que el Gobierno regional aplica una política de integración «sin discriminaciones pero sin ventajas», pues «ser inmigrante no puede dar ni un punto de menos pero tampoco de más».

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, exigió al Gobierno una modificación de la ley de Extranjería que elimine sus «contradicciones» y establezca un marco único para todo el territorio, nunca el padrón, que regule los derechos de los inmigrantes y que dependa del Gobierno, no de los ayuntamientos.

A De Cospedal le contestó la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, que acusó al PP de actuar de forma irresponsable, irreflexiva y contradictoria en el asunto del empadronamiento de los inmigrantes ilegales y recordó que la normativa sobre empadronamiento «la aprobó un tal señor Rajoy».

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, teme que en las elecciones catalanas se escuche un discurso «abiertamente xenófobo» bajo la premisa de que «no cabemos todos» y considera que esa afirmación «es una vileza».