Palma

El presidente del Govern balear, Francesc Antich, destituyó ayer a los tres consejeros de Unió Mallorquina (UM) de su Ejecutivo, rompiendo así el pacto de gobierno que mantenía con ellos, a causa de las detenciones de varios de sus altos cargos en la «operación Voltor», como la del ex titular de Turismo y ex líder de UM, Miquel Nadal.

También han sido destituidos los miembros de UM de los gobiernos del Consell de Mallorca y del Ayuntamiento de Palma, donde PSOE, UM y Bloc gobernaban hasta ayer juntos, pero a partir de ahora estos tres ejecutivos se quedan en minoría y deberán pactar sus iniciativas políticas con UM o el PP.

La crisis política y el cese de los consellers de UM -Miquel Ferrer, Miquel Àngel Grimalt y Mateu Cañellas- se produce a raíz de la «operación Voltor» (buitre), un supuesto caso de corrupción destapado esta semana que ha llevado a la detención de quince personas vinculadas con la formación nacionalista, como es el caso de Miquel Nadal y del tesorero del partido, Álvaro Llompart.

El «compromiso» que se propuso Antich al inicio de la legislatura, que reafirmó ayer, era que hubiera un «antes y un después» respecto a los numerosos casos de corrupción -una veintena- que afectan al PP y a UM. «No podemos tolerar situaciones como las del pasado en las que se consentía el uso del dinero público en función de intereses privados», dijo Antich, quien reducirá las consejerías.

Los dos ex presidentes de Unió Mallorquina (UM) Miquel Nadal y Miquel Àngel Flaquer fueron detenidos ayer. De este modo, se encuentran en los calabozos el ex gerente del Inestur Antoni Oliver; el ex director general de Promoción Turística Joan Sastre; el contable de UM, Álvaro Llompart; el concejal en Alaró Antoni Rebassa, y el líder nacionalista en Sóller, Tomàs Plomer.