Sevilla / Lisboa

El ministro Alfredo Pérez Rubalcaba aseguró ayer que ETA estaba intentado montar una fábrica de bombas en Portugal, lo que fue desbaratado al ser descubiertos los 1.500 kilos de explosivos que la banda tenía en una vivienda de Óbidos (cien kilómetros al norte de Lisboa).

Interior afirmó que no hay discrepancias sobre este asunto con las autoridades lusas, que ayer cifraron en 800 kilos el material hallado. Un portavoz explicó que la diferencia entre ambas cantidades se debe al hecho de que Portugal ha contabilizado como explosivo sólo el material que ya estaba mezclado y listo para utilizar y que no cuantificaron otras sustancias.

El cálculo hecho público el sábado desde España, sin embargo, tenía en cuenta «todo el material que sirve para fabricar explosivos», añadió el portavoz, según el cual el comunicado portugués sólo cita una sustancia concreta, el nitrato de amonio; también habla de la intervención de «material diverso susceptible de ser utilizado en la construcción de artefactos explosivos».

Entre ese materia figuran sustancias como el polvo de aluminio, la pentrita, el ácido sulfúrico o el nitrato potásico, que ETA emplea en la elaboración de explosivos y que, sumado al nitrato amónico al que se refieren las autoridades lusas y a otras sustancias intervenidas, da como resultado los 1.500 kilos.

ETA guardaba en la casa 1.330 kilos de nitrato amónico distribuidos en doce bidones y cuatro sacos; 75 kilos de nitrato potásico distribuidos en tres sacos; 40 litros de ácido sulfúrico, pentrita, polvo de aluminio y nitrometano. Además, en la vivienda se hallaron, entre otros efectos, varios planos de Madrid, Cádiz y San Fernando; de la zona norte de Portugal y anotaciones de horarios autobuses de Cádiz.

Rubalcaba aseguró que cabe pensar que el mapa encontrado de San Fernando supone que ETA pensaba «hacer algo» en la provincia de Cádiz, «pero los kilos de explosivos que la banda tenía para hacerlo ya no los tiene». Además, explicó que el Gobierno se planteó la posibilidad de que ETA montara una base logística y operativa en Portugal, tras interceptar cuantioso material electrónico a raíz de haberse interceptado una furgoneta de la banda el 10 de enero en Zamora. «Ahora, por suerte, se ha encontrado», añadió.

El Ministro señaló que cabe formular una «teoría definitiva» sobre que ETA estaba intentando montar una fábrica de bombas en Portugal, «algo que ya no es existe».

Además de los explosivos y los mapas, los agentes incautaron dos ordenadores portátiles, dos documentos de identificación, una cámara de fotos, una caja de plástico con tres teléfonos móviles con las inscripciones «Madrid», «Portugal» y «Cádiz» y una caja con la inscripción «Mundo» (se corresponde con un tipo de tarifa telefónica) con una tarjeta SIM prepago.

La vivienda de Óbidos fue alquilada por dos etarras en diciembre y se descubrió después de que la abandonaran precipitadamente a principios de la pasada semana, tras huir de un control rutinario de la Policía portuguesa. En una furgoneta que abandonaron también los terroristas aparecieron detonadores, palas y ropa de trabajo, y las autoridades no descartan que haya algún otro etarra y más «escondrijos» en Portugal.

Los inquilinos de la vivienda de ETA fueron identificados como Andoni Zengotitabengoa Fernández y Oier Gómez Mielgodos, gracias a la cámara de un supermercado. Otros dos etarras, Garikoitz García Arrieta e Iratxe Yáñez Ortiz de Barrón, permanecen detenidos en Portugal tras huir de un control de la Guardia Civil en Zamora cuando trasladaban al país vecino material electrónico y explosivos.