Madrid / Oviedo

Forzado por la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero pidió ayer comparecer ante el Pleno del Congreso para dar explicaciones sobre la crisis económica y las medidas del Gobierno. El Presidente dio el paso al conocer que el PP, CiU, PNV, ERC y UPyD habían decidido llamarle a exponer sus nuevos planes ante la Cámara. El debate tendrá lugar en el Pleno del miércoles o el jueves de la próxima semana. La fecha se decidirá hoy.

El Gobierno se quedó esta vez sin los apoyos necesarios para frenar la comparecencia. En su requerimiento, el PP pretende que Zapatero rinda cuentas esta misma semana. CiU y PNV han registrado conjuntamente otra petición similar, aunque no consideran tan urgente la intervención del Presidente.

La posible asistencia del jefe del Gobierno tendría lugar después de una semana en la que se ha planteado ampliar la edad de jubilación a los 67 años, aumentar el cupo de años de cómputo para la pensión, reformar el mercado laboral y reducir el gasto de la Administración. Después, también, de que en los mercados financieros saltara la alarma por los problemas de salida de la deuda pública española.

PSOE y PP protagonizaron ayer un nuevo enfrentamiento sobre la imagen de España en el mercado financiero internacional, en el que Leire Pajín pidió a los populares que «de forma contundente» defiendan al país, mientras Esteban González Pons le respondía que la falta de credibilidad la tiene el Presidente, no España. «La mala imagen de Zapatero perjudica a la imagen exterior» del país, llegó a decir el dirigente del PP.

«No vamos a presentar de forma inmediata la moción de censura» para forzar la convocatoria de elecciones, afirmó la número dos de Mariano Rajoy. Dolores de Cospedal prometió una oposición «responsable» que demuestre que hay una alternativa «viable y posible» para recuperar la economía, y destacó que el PP «ha ofrecido ayuda» al Gobierno en «numerosas ocasiones» que «ha sido rechazada por Zapatero por un matiz ideológico».

«Éste es el presidente del Gobierno que ha perdido su credibilidad de una manera más rápida; está por los suelos, no puede caer más bajo», afirmó Cospedal. Desde Ferraz, Leire Pajín descartó que Zapatero vaya a someterse a una cuestión de confianza y retó al PP a que presente la moción de censura.

El popular Esteban González Pons no precisó qué va a hacer su partido. Sólo se limitó a explicar que su partido esperará a lo que diga Zapatero en el debate sobre la crisis y que sólo después decidirá qué hacer. Tras responsabilizar al Presidente de haber arrastrado al país a una situación de «emergencia nacional», Pons advirtió de que lo más conveniente ahora es «la paciencia» y no actuar «de forma impulsiva».

El vicesecretario del PP admitió, no obstante, que la solución pasa por que «se vaya Zapatero», de quien cree que su comparecencia deberá servir para saber si es «patriota». Sobre si resulta necesario un Pacto de Estado, Pons respondió que hay que esperar al cara a cara de Rajoy y Zapatero. Así están las cosas, cuando hoy se reanuda el período parlamentario con dos duras pruebas para el jefe del Gobierno, quien además se reunirá con los diputados y senadores socialistas para explicar sus planes para las reformas estructurales.

Por último, la iniciativa con la que el PP comenzará el nuevo período de sesiones para que el Gobierno reduzca, al menos, un 25 por ciento sus altos cargos en estos momentos de recesión contará, en principio, con el único rechazo del PSOE y de IU, por lo que los «populares» confían en que saldrá adelante.