Madrid / Oviedo, Agencias

La idea de que es necesario que los partidos políticos y los agentes sociales alcancen cuanto antes un pacto de Estado para enderezar la economía y salir de la crisis cobra cada vez más fuerza. El Rey intervino ayer en el debate político para señalar la urgencia de conseguir ese objetivo.

«Es hora de grandes esfuerzos y amplios acuerdos para superar juntos, cuanto antes y con la debida determinación, las graves consecuencias de la crisis y para recuperar un crecimiento fuerte y duradero, cada vez más basado en la ciencia y la formación», dijo durante el acto de entrega de los Premios Nacionales de Investigación 2009.

El Monarca sostuvo, según «Europa Press», que se ha ido fraguando una «creciente toma de conciencia» acerca de la importancia de la I+D+i (investigación, desarrollo, innovación) junto a la educación como palancas «imprescindibles» para asegurar el porvenir de la sociedad española en torno a «una verdadera economía del conocimiento, capaz de crear riqueza y generar nuevos empleos».

Así, destacó que esta percepción se ha hecho «aun más patente» a raíz de la «dura» crisis económica que atraviesa España. «Para ello, debemos ahondar en la difusión y transferencia de los resultados de la investigación para que la innovación sea cada vez más la base de nuestros éxitos», añadió.

Al margen de la alocución real, los partidos continuaron ayer moviendo sus fichas en torno a la idea del pacto, que se ve dificultado tanto por las elecciones autonómicas catalanas del otoño -que condicionan la postura de CiU- como por la percepción que tiene el PP de que el Gobierno está en caída libre, pese a que faltan aún semanas para que se cumpla el ecuador de su mandato.

El portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, anunció una ronda de contactos con todos los grupos parlamentarios de la Cámara baja para explorar las posibilidades de llegar a acuerdos económicos, después de que CiU haya recogido esta semana la propuesta socialista de un pacto de Estado contra la crisis.

Alonso resumió las cuestiones a debate entre los partidos en las siguientes: el plan de austeridad en el gasto público -cuyo recorte en 50.000 millones avanzó que «no es negociable»-, la reducción del déficit público para lograr estar en el 3 por ciento del PIB en 2013, la reforma del sistema de pensiones en el marco del Pacto de Toledo, la modificación del mercado laboral y la ley de Economía Sostenible.

Alonso insistió en que todas las fuerzas políticas, excepto el PP, se han mostrado «siempre» dispuestas a alcanzar consensos. Respecto a las reuniones del miércoles de Josep Antoni Durán i Lleida con el presidente Rodríguez Zapatero y con el líder del PP, Mariano Rajoy, el portavoz socialista anunció que la próxima semana le pedirá que concrete su idea de pacto, ya que anteayer denunció «falta de receptividad» en Zapatero. Alonso se negó a valorar la reunión entre Durán y Rajoy.

El portavoz socialista sostuvo que el PP debería «pedir perdón» a todos los españoles por calificar la situación de la economía española de «emergencia nacional», cuando lo cierto es que las agencias internacionales han confirmado la nota máxima para la deuda española.

Desde Bruselas, donde participó en la cumbre informal de la UE, Zapatero no aclaró si tiene previsto llamar a Rajoy para buscar pactos en política económica y, aunque aseguró que desea alcanzar acuerdos, se remitió a las gestiones que haga el portavoz Alonso. «Si tomo la decisión de llamar al señor Rajoy, el primero que se va a enterar va a ser él», afirmó Zapatero, apelando a la «lógica cortesía en el diálogo político».

El jefe del Ejecutivo no avanzó si personalmente tomará alguna medida por un pacto contra la crisis económica, como le ha pedido CiU, y tampoco contestó a la pregunta de si, como alternativa, se plantearía un acuerdo con esta formación para gobernar el resto de legislatura. Por su parte, Durán tildó de «vergonzoso» que PSOE y PP utilicen la crisis como «instrumento» de confrontación política.