Oviedo, E. F. / Agencias

El debate sobre la situación económica española que ayer se celebró en el Congreso de los Diputados se convirtió, como se esperaba, en un tenso duelo entre el presidente Zapatero y el líder del PP, Mariano Rajoy. El momento culminante se produjo en la réplica de Rajoy a la exposición de Zapatero, cuando el líder popular llamó a los diputados socialistas a rebelarse contra su jefe y descabalgarlo de la Presidencia.

En su réplica a los replicantes, Zapatero instó a Rajoy a tener «la valentía» de presentar una moción de censura, consideró «poco elegante» la llamada a la defección de los diputados del PSOE e intentó sacarle los colores a Rajoy al recordarle que ha tenido dos oportunidades (2004 y 2008) de derrotarle en las urnas y ha fracasado en las dos, la segunda vez de modo más estrepitoso todavía que la primera.

Zapatero precisó que si animaba a Rajoy a presentar una moción de censura es porque, dijo, ésa sería «la ocasión de conocer un programa coherente» por parte del PP, «no con fallos tan abultados» como los que, según Zapatero, Rajoy tuvo ayer en el pleno del Congreso.

Claro que no todas las cinco horas que sus señorías consumieron en debatir el marco general de la lucha contra la crisis fueron igual de intensas. Abrió la sesión Zapatero, quien, como se preveía, ofreció a los demás grupos políticos la negociación de un conjunto de acuerdos sobre competitividad, política industrial, déficit público y sistema financiero.

El ofrecimiento -«vamos a poner toda la carne en el asador para buscar acuerdos»- puso de manifiesto que la idea de un pacto de Estado, que en realidad sólo defienden los nacionalistas catalanes de CiU, no tiene futuro, ya que ni el PP ni el PSOE la ven con buenos ojos.

Zapatero anunció que una comisión compuesta por la vicepresidenta económica, Elena Salgado; el ministro de Fomento, José Blanco, y el ministro de Industria, Miguel Sebastián, comenzará a negociar con los demás partidos, con toda probabilidad la próxima semana, para tener listos los acuerdos en un plazo máximo de dos meses. La negociación partirá de un documento abierto del Ejecutivo.

La propuesta negociadora fue acogida con total desconfianza por Rajoy, quien, jugando a dos barajas, se mostró dispuesto al diálogo, pero también pidió elecciones anticipadas e hizo su llamamiento a la rebelión en la granja socialista. Más abiertos se manifestaron el resto de los grupos, si bien todos expresaron ciertas dosis de escepticismo, por estimar excesivo el optimismo de Zapatero -que situó el inicio de la recuperación a finales de este primer semestre y la creación neta de empleo a finales de año- y por haber constatado que hasta ahora se ha equivocado en sus respuestas a la crisis.

La intervención de Rajoy y la réplica de Zapatero arrojaron los mejores momentos de la sesión para quienes gustan de oler tensión en el ambiente de la Cámara. Así, Rajoy, en respuesta a la propuesta de diálogo lanzada por Zapatero, aseguró que «lleva toda la legislatura hablando de anuncios. Gobierne, rectifique y déjese de mesas y de comisiones», le pidió, precisando que cuando se tienen «las ideas claras», basta una llamada de teléfono.

Para el líder popular, si no hay una rectificación, los diputados del PSOE «tendrán una responsabilidad ante la nación». Rajoy añadió que «España no aguanta dos años más» con la misma política, algo sobre lo que, sostuvo, hay «unanimidad en la Cámara y en la calle».

Tras desafiar Zapatero al líder popular a presentar la censura, Rajoy comentó irónico que es la primera vez que un jefe del Gobierno pide a un líder de la oposición plantear una iniciativa así, por lo que solicitó a Zapatero que aclare las razones que tiene para pedirla. «Si yo tuviera los votos y si de mí dependiera, tenga usted la certeza de que no estaría sentado ahí», sentenció.

Rajoy culminó su descalificación de las políticas y las propuestas gubernamentales asegurando que no puede ser «corresponsable» de una política económica que aumenta la deuda y el déficit, así como el paro, pues si así hiciera prestaría «un mal servicio» a España. Para Rajoy, «España es de fiar», pero el Gobierno no lo es y Zapatero peca, sostuvo, «de confundir el país con él mismo», que «son dos cosas muy distintas».

Pero no todo fueron palabras de descalificación. En su intervención Rajoy esbozó la propuesta alternativa del PP para la economía española, que sintetizó en que no suba el IVA ni los impuestos sobre el ahorro, que las empresas no paguen IVA hasta que cobren las facturas o que el Gobierno reduzca el número de altos cargos en un 25%. También exigió volver a la ley de Estabilidad Presupuestaria y establecer techos de gasto y topes de endeudamiento, así como cambiar la dinámica del fondo de inversión local y aprobar una ley contra la morosidad «sin subterfugios».

«Vamos a poner toda la carne en el asador para buscar acuerdos.

Ha tenido dos ocasiones de derrotarme en las urnas y las dos han fracasado.

Si tiene valentía y coraje, presente una moción de censura; así tendríamos la ocasión de conocer un programa coherente del PP»

José Luis Rodríguez Zapatero

Presidente del Gobierno

«Lleva toda la legislatura hablando de anuncios; gobierne, rectifique y déjese de mesas y comisiones.

España no aguanta dos años más con esta misma política, en eso hay unanimidad en la Cámara y en la calle.

Este país es de fiar, pero el Gobierno no lo es, y Zapatero confunde el país con él mismo»

Mariano Rajoy

Presidente del Partido Popular