Palma de Mallorca, J. F. MESTRE y B. PALAU

El ex presidente de Baleares Jaume Matas se desvinculó ayer en su declaración de seis horas ante el juez de la gestión económica y administrativa del velódromo Palma Arena, cuya construcción costó más del doble de lo presupuestado, y justificó el incremento de su patrimonio personal en sus ingresos familiares.

Matas apuntó al ex director general de Deportes José Luis «Pepote» Ballester como responsable de las decisiones que se adoptaron. Además declaró que el piso de Madrid no es de su pertenencia y negó haberse servido de Bartomeu Reus como testaferro. Su mujer, Maite Areal, se negó a prestar declaración.

El juez arrancó la declaración de Matas preguntándole sobre el origen de su patrimonio y, en concreto, sobre la lujosa vivienda de Madrid. Por esta casa paga un alquiler mensual de 2.500 euros a Bartomeu Reus, su formal propietario, aunque se sospecha que pertenece al ex presidente, quien negó la mayor, es decir, que la vivienda fuera suya, según informa «Diario de Mallorca», del grupo editorial de LA NUEVA ESPAÑA.

El ex ministro de Aznar tuvo que reconocer que fue su esposa la que dio los 100.000 euros que se entregaron a la constructora Vallehermoso para reservar la vivienda. Sin embargo, negó que este dinero formara parte de un soborno, sino que lo tenía ahorrado su mujer de años de trabajo y de una herencia que había cobrado.

Matas reconoció que la gestión para adquirir el piso se realizó en el año 2003. Y dejó muy claro al juez que en ese momento «formaba parte del Gobierno de España». Su proyecto era quedarse a vivir en Madrid pero, según él, desde el PP le ordenaron que debía volver a Baleares para encabezar la lista para las autonómicas. No aclaró si fue él quien le propuso a Reus que comprara la vivienda, aunque insistió en que el ex presidente de Gesa no era su testaferro.

El juez quiso que Matas aclarara el origen de los ahorros de su esposa ya que, según su declaración, se habrían cobrado cuando todavía existían pesetas y no euros. Tras unos momentos de duda, el ex presidente respondió que fue cambiando varias veces de moneda el dinero que tenía guardado en su casa.

También se le preguntó sobre el apartamento de la Colònia de Sant Jordi, que ha sido escriturado a nombre de su madre, pero que también se cree que es de su propiedad. El ex ministro dijo que su madre tenía la intención de dejarle una propiedad en herencia y que por ello lo adquirió. Detalló que existía un acuerdo familiar para repartirse la herencia y que a él le correspondía el apartamento.

Antes de Matas compareció su mujer, Maite Areal, quien se negó a declarar ante el juez, lo que sí ha hecho su amigo y ex presidente de Gesa-Endesa, Bartomeu Reus, quien afirmó que no había ejercido de testaferro del ex presidente balear en la compra de un piso de lujo en Madrid. Reus aportó documentos que le acreditan como propietario de esta vivienda que tiene alquilada a la familia Matas.

Mientras tanto, Rafael Perera, abogado del ex presidente regional, de su mujer y de su cuñado, Fernando Areal, ha anunciado que presentará un recurso para que se eliminen del sumario las conversaciones «pinchadas» con sus defendidos presentadas el martes por sorpresa por el juez del caso, al entender que violan el derecho a la defensa.