Málaga

Margarita Robles, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y miembro de la asociación Jueces para la Democracia, ha decidido abstenerse en la votación que decidirá si el juez Baltasar Garzón, que suma tres querellas en su contra en el Tribunal Supremo, es suspendido cautelarmente. Robles es una de los tres vocales recusados por el magistrado.

-El ex fiscal Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo ha acusado al Supremo de ser un instrumento al servicio del fascismo por su postura sobre Garzón...

-Me remito exclusivamente al acuerdo de la Comisión Permanente del CGPJ, de la que formo parte. Se respeta el derecho de que se critiquen las sentencias judiciales, pero entendemos que no se puede producir una descalificación de la Sala Segunda del Supremo porque eso lo que produce es una deslegitimación del Estado de derecho, y eso el Consejo, como tal, no lo puede aceptar.

-Aún no se ha resuelto la recusación de los otros dos vocales solicitada por Garzón. ¿Cuándo habrá un pronunciamiento?

-Yo me he abstenido. Porque entiendo que, aun cuando no hay ninguna causa de enemistad entre el juez Garzón y yo, en la medida en que hubo una coincidencia en el ejercicio de funciones públicas en el ámbito del Ministerio del Interior, pues no quiero que nadie pueda achacarme a mí lo que en su día se le achacó a él. A él se le achacó, por parte del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que no se abstuvo en la discusión de la causa de los GAL pese a que había compartido funciones con Rafael Vera. Para que nadie pueda tener la más mínima duda en la apariencia de objetividad, y también para que nadie me pueda acusar a mí de lo que acusaron a Garzón, he preferido abstenerme y estoy absolutamente al margen de la decisión que tome el CGPJ, que será una decisión con arreglo a la ley.

-¿Niega entonces la enemistad manifiesta con Garzón?

-Absolutamente. Con el juez Baltasar Garzón siempre he tenido una relación absolutamente respetuosa, hemos sido compañeros de promoción. Y entiendo que ni él mismo era muy consciente, cuando me acusaba de enemistad, de que hacía referencia a supuestas informaciones de prensa. Él sabe que yo no tengo ninguna enemistad hacia él. Pero, bueno, por si alguien puede pensar que hay esa apariencia, yo no quiero que me acusen a mí como le acusaron a él en su momento.

-¿Se siente acorralada la justicia con los ataques que recibe por la supuesta politización en la que está sumida?

-Yo creo que no hay injerencia política. Los jueces estamos acostumbrados a trabajar en situaciones complicadas y difíciles, pero lo que sí sería bueno, por el funcionamiento del Estado de derecho, es que la justicia trabajase con tranquilidad y con serenidad. Yo respeto, y he respetado siempre, que se critiquen las sentencias judiciales. Creo que eso es bueno. Pero no es bueno que haya descalificaciones, que en ocasiones rayan en el insulto y las injurias.