Barcelona / Oviedo, Agencias
El órdago lanzado por el Parlament para forzar la renovación del Tribunal Constitucional antes del fallo sobre el Estatut ha tensionado al máximo las relaciones entre el PSC y el Gobierno del PSOE. El consejero de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, arremetió contra el presidente Zapatero por su tibia defensa de la reforma estatutaria. Otro dirigente del PSC llegó a exigir que el jefe del Gobierno haga campaña en Cataluña.
Castells abogó por el desmarque del PSOE parta sumar los 25 diputados del PSC en el Congreso al frente común catalán en contra de los recortes al Estatut porque «para el PSC es más importante Cataluña que nuestra vinculación con el PSOE».
«Me produce estupefacción ver la forma en que Zapatero habla de este tema como si no fuese con él. Éste es el Estatut que ha salido de la mayoría parlamentaria que él encabeza en el Congreso. Me gustaría ver el mismo entusiasmo en defender el Estatut que tenemos nosotros», dijo Castells en unas declaraciones recogidas por la agencia «Efe».
Las afirmaciones de Castells han causado malestar en el Gobierno central, desde el que se le ha pedido lealtad institucional al consejero. La vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega aseguró que «respeta pero no comparte» la resolución del Parlament, que pide modificar la ley del TC, renovar el tribunal y que éste se declare incompetente para dictaminar sobre el Estatut.
El consejero de Educación, Ernest Maragall, además de los líderes de CiU, Artur Mas, y de ICV, Joan Herrera, secundaron la andanada de Castells contra Zapatero.
La ofensiva del PSC contra la Zapatero la remató el director de campaña del PSC, Jaume Collboni, quien llegó a decir que «no es lo más prudente del mundo» que el presidente del Gobierno se desplace ahora a Cataluña para apoyar a los socialistas catalanes de cara a las elecciones autonómicas. La responsable de desarrollo estatutario del PSC, Laia Bonet, también advirtió de que «harán lo que sea» para defender el Estatut.
Mientras, el magistrado conservador Guillermo Jiménez del Tribunal Constitucional ha presentado tres ponencias a la carta para recorta a fondo el Estatuto sustituyendo los «símbolos nacionales» por «símbolos de Cataluña» e invalidando al menos 22 artículos.
