El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, pidió hoy "dejar de llorar" y afrontar con "valentía política" el Pacto Nacional por la Educación, que se encuentra actualmente en debate entre los partidos políticos y que, de momento, no cuenta con el apoyo explícito del PP.

"Es el momento de ser ambiciosos", dijo el ministro, ya que explicó que el pacto será un "marco" de las estrategias futuras en educación. Además, celebró que "acabe como acabe" se habrá hablado de educación.

Para el titular de Educación, los acuerdos que se alcancen no deben ser solamente económicos y políticos, sino que deben implicar también a la sociedad por completo en aras de cambiar totalmente el modelo productivo, "que está agotado". Además, aseguró que se trata de una cuestión de "mucha urgencia".

"No creo en ningún cambio sin la comunidad educativa", dijo, y abogó por apoyar a los que más explícitamente se impliquen en la enseñanza.

Recordó que la última versión del pacto ha modificado 147 puntos respecto a la anterior. "Queremos escuchar porque no nos las sabemos todas", dijo.

Gabilondo señaló la importancia de un modelo de Bachillerato flexible para que el itinerario elegido a los 15 años por el alumno "no sea irreversible", y que después de estudiar unos años no se encuentre con una "pared", y pueda seguir en otra dirección.

Asimismo, defendió que los créditos cursados universitariamente puedan reconocerse en el Bachilerato, y adoptar soluciones que configuren un sistema flexible.

"Somos campeones europeos en repetición", exclamó el ministro como reflexión de las carencias del sistema educativo español, que tiene una estructura demasiado firme. Avanzó que "algún día" habrá que hablar también de los contenidos del Bachillerato.