Madrid / Oviedo, Agencias

Cuatro etarras fueron detenidos ayer en el sur de Francia por la gendarmería en colaboración con la Policía española. Se trata de dirigentes de Segi huidos en noviembre de la operación contra la cantera de la banda que estaban encuadrados en el aparato militar terrorista e iban a integrarse en comandos listos para atentar.

Los agentes detuvieron en Zigoure a Gaitza Likona Anakabe; en San Juan de Luz a Carlos Renedo Lara y Olatz Izaguirre, y en Hendaya a Asier Coloma Ugartemendía. Los tres primeros son miembros del máximo órgano directivo de la rama juvenil de ETA, encargada del terrorismo callejero. Los cuatro figuran entre los etarras más buscados y estaban a la espera de incorporarse en comandos con órdenes concretas para cometer atentados. Renedo era el jefe de Segi en Vizcaya y Coloma, el responsable en Guipúzcoa.

Los detenidos ayer formaban parte de los catorce huidos de Segi que las fuerzas de seguridad habían incluido en la lista de nuevos integrantes de la banda, en cuyo aparato militar se habían integrado tras escapar en noviembre pasado de la operación policial ordenada por el juez Grande Marlaska y que se saldó con la detención de 34 miembros de la cantera etarra.

Mientras, el ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi, quien desde hace tres semanas permanecía en la cárcel donostiarra de Martutene, fue trasladado ayer a la prisión de Logroño, donde compartirá celda con José Ramón Martínez de la Fuente (condenado a 30 años por varios asesinatos), Domingo Sola Torres y Garikoitz Pascual Mureta, tres etarras de la línea dura.

Encarcelado en Navalcarnero por reconstruir la dirección de Batasuna, Otegi fue acercado el mes pasado a Martutene al darle la Audiencia un permiso para hacer dos visitas a su padre enfermo. Su traslado a Logroño implica que cumplirá condena cerca del País Vasco, en vez de en Madrid.

La Asociación de Víctimas del Terrorismo solicitó ayer a la Audiencia la vuelta de Otegi a Madrid. El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, afirmó que no hay ninguna intención ni estrategia penitenciaria en el acercamiento de Otegi y del ex dirigente del sindicato aberzale LAB, Rafael Díez Usabiaga, trasladado al País Vasco tras reclamarle su madre como cuidador. La Audiencia ordenó en cambio a la Policía, a la Guardia Civil y a la Ertzaintza vigilar de forma estrecha y continua al ex jefe etarra Iñaki de Rentería tras su excarcelación. Veinte agentes se ocupan de esa misión.

En la Audiencia Nacional quedó visto para sentencia el juicio por el atentado contra la nueva terminal de Barajas con la que ETA dinamitó la última tregua. El fiscal pidió ayer 1.120 años de cárcel para los tres terroristas que volaron la T-4 de Barajas, Igor Portu, Mattin Sarasola y Mikel San Sebastián, a los que acusó no sólo de asesinar a dos inmigrantes, sino además de «hacer saltar por los aires la esperanza» del fin de ETA con ese atentado.

Por último, la Asociación Unificada de Militares Españoles ha reprochado a los mandos y a la Administración la «falta de apoyo institucional» que sufren los profesionales destinados en el País Vasco, informa «Efe». Su presidente, Jorge Bravo, denunció en Bilbao la situación que vive este colectivo en Euskadi, condicionada por la constante amenaza del terrorismo.