El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró este jueves "su respeto" a los sindicatos CCOO y UGT por las movilizaciones que puedan convocar contra las medidas para recortar el gasto público, entre las que no se descarta una huelga general.

Así lo aseguró en concreto el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, quien dijo que no descarta una huelga general ante la "absoluta disconformidad" de los sindicatos con las medidas del Gobierno, si bien pidió tiempo para no tomar una decisión precipitada.

De esta forma se expresó Toxo durante la rueda de prensa junto con el secretario general de UGT, Cándido Méndez, tras reunirse en la Moncloa con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

Mientras CCOO y UGT deciden sobre el tipo de sus protestas, las federaciones de servicios públicos de ambos sindicatos ya han anunciado la convocatoria conjunta de un paro para el 2 de junio para los trabajadores del sector público, y han invitado al sindicato de funcionarios, CSI-CSIF, a unirse.

Toxo admitió que las centrales sindicales "estudian un proceso de movilización, como ya hay en el sector público, que puede derivar en una convocatoria de paro general".

El dirigente de CCOO afirmó que "no descarta ningún escenario" de huelga pero que antes de precipitarse evaluará las decisiones y reflexiones que tomen las órganos de dirección del sindicato ante la "gravedad de la situación".

Desde UGT, Méndez anunció que este jueves se reunirá la Comisión Ejecutiva confederal del sindicato con carácter extraordinario para analizar "el nivel de respuesta" ante las medidas gubernamentales, aunque no dudó de que "se hará de forma conjunta con CCOO".

Toxo consideró que el Gobierno ha escogido "la peor de las vías en un momento en que la crisis no ha sido superada y que sólo pretende dar respuesta a las exigencias del mercado financiero".

Durante el encuentro con Zapatero, ambos dirigentes pidieron aclaraciones sobre la rebaja media del 5% en el salario de los empleados públicos y anunciaron que el Gobierno se ha comprometido a dar detalles en el ámbito de la Mesa de la Función Pública que deberá reunirse antes del Consejo de Ministros, que se adelantará al próximo jueves.

Desde el Gobierno, en un comunicado, Presidencia explicó que Zapatero "escuchó con atención" los argumentos discrepantes contra el nuevo ajuste fiscal mostrados por Toxo y Méndez.

El presidente, añadió la nota, les "expresó su respeto hacia sus posiciones y las decisiones que adopten".

Zapatero expuso a Toxo y Méndez las medidas que ayer anunció en el Congreso, entre las que está la bajada de los salarios del sector público, la congelación de las pensiones o la retirada del cheque-bebé.

Zapatero, según el comunicado, coincidió con los líderes sindicales en la necesidad de impulsar y acelerar al máximo el diálogo social, para alcanzar pronto un acuerdo "que produzca efectos positivos en la economía española y, fundamentalmente, en la generación de empleo".

En la línea de críticas a las medidas gubernamentales, Toxo incidió en que es fácil en un clima en el que se ha generado un linchamiento moral de trabajadores de la función pública hacer un ajuste de esa naturaleza y criticó a los ministros que hablan de que algunos funcionarios "toman el cafelito a las 10 y no vuelven".

Tanto Méndez como Toxo consideraron "demoledora" la reducción de las inversiones públicas que afectarán también a las empresas privadas.

Toxo defendió otras alternativas a las medidas gubernamentales como la recuperación del Impuesto sobre el Patrimonio y del de Sucesiones o establecer un periodo transitorio para subir el IRPF cargando más a las rentas más altas.