El juez estrella, obligado a declarar en el Supremo como imputado

El 8 de septiembre de 2009, Luciano Varela imputa a Baltasar Garzón por investigar las desapariciones en el franquismo y lo hace tras haber admitido el 27 de mayo una querella del colectivo ultraderechista Manos Limpias. El 9 de septiembre, Varela le somete a un duro interrogatorio en el Supremo. Al mes siguiente, Garzón solicita el archivo de la querella, que el instructor rechaza en febrero.

La fallida recusación del instructor despeja el camino al banquillo

Baltasar Garzón echa el resto y el 24 de abril recusa a Luciano Varela por actuar como «parte» y «asesorar» a la acusación popular. Antes de apartarse momentáneamente de la causa, el instructor expulsa de la misma a Falange. El pasado día 7, el magistrado Andrés Martínez Arrieta rechaza la recusación y Varela vuelve a ocuparse de la causa.

El instructor acelera a fondo para cortar la salida hacia La Haya

El desenlace de la instrucción se precipita esta semana. Para no ser suspendido, Garzón acepta el miércoles un cargo en La Haya, que le ofreció el fiscal de esa corte, Luis Moreno. El instructor Varela pisa el acelerador a fondo y el jueves decreta la apertura de juicio oral. Siete vocales del PP piden al pleno del Poder Judicial la suspensión del juez.