Madrid / Oviedo, Agencias

El Tribunal Supremo afirma en la sentencia en la que reabre la causa al presidente valenciano, Francisco Camps, y otros altos cargos del PP de esta región en relación con la «trama Gürtel», que para la comisión de un delito de cohecho pasivo por el que están siendo investigados «basta con la aceptación de un regalo entregado en consideración a la función o cargo desempeñado».

La resolución dada a conocer ayer, cuyo ponente ha sido el propio presidente de la Sala de lo Penal, Juan Saavedra, contiene los argumentos que justifican la decisión adoptada por este órgano el pasado día 12 de anular el sobreseimiento que dictó en agosto pasado el Tribunal Superior de Valencia.

La sentencia del Supremo recuerda, no obstante, que hasta este momento el tribunal valenciano no ha cuestionado «la potencialidad de que la entrega de prendas de vestir pueda considerarse dádiva a efectos del delito de cohecho impropio», una cuestión, la de la cuantía de los regalos, de la que el auto de la instancia regional no se ocupaba especialmente y que deberá ser ahora aclarada.

Sostiene el Supremo que la jurisprudencia citada en el auto de sobreseimiento «no abona la relación causal defendida por la Sala de lo Civil y Penal» del tribunal valenciano -que es necesaria una acción de la autoridad pública consecuencia de la dádiva para que haya delito-, «sino más bien al contrario, que para el cohecho pasivo impropio basta con la aceptación de un regalo entregado en consideración a la función o cargo desempeñado».

«No podemos olvidar cuál es el bien jurídico protegido por el delito de cohecho en general, que no es otro que preservar la apariencia de imparcialidad, neutralidad y sujeción a la ley en el ejercicio de la función, es decir, que objetivamente no sea susceptible de reproche el modo o forma de ejercer las funciones públicas con arreglo a la norma cultural vigente en una sociedad regida por las reglas del Estado de derecho», indica la sentencia.

En definitiva, el Supremo considera que los trajes y regalos que Francisco Camps presuntamente aceptó de «forma repetida» de Orange Market, la empresa dirigida por el responsable de la red corrupta Gürtel en esta región, pueden constituir un delito de cohecho impropio.

«Los regalos de las prendas de vestir aparentemente se hicieron de forma repetida, con aparente opacidad y sin que en este momento conste otra justificación que la atención a la función pública desempeñada por sus perceptores», subraya el Supremo que justifica así su decisión de reabrir la parte del «caso Gürtel» que afecta a Camps.

La Sala de lo Penal devuelve las actuaciones al magistrado instructor, José Flors, para que continúe su tramitación contra Camps, el ex secretario regional del PP Ricardo Costa, el ex vicepresidente Víctor Campos y el ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo Rafael Betoret por haber aceptado supuestamente trajes pagados por Orange Market, la cabecera de la trama de Francisco Correa en Valencia y a cuyo frente estaba, Álvaro Pérez, «el Bigotes».

El Supremo acepta que Flors pueda sobreseer la causa sobre Costa de forma provisional ya que los regalos pudieron llegarle como cargo del PP y no en calidad de diputado. La sentencia estima el recurso de la fiscalía y el del PSOE contra el archivo de la causa que el Tribunal Superior de Valencia había adoptado al entender que no existía relación entre los regalos que Camps y compañía pudieron recibir y la adjudicación de contratos públicos a Orange Market.

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