El Rey declaró que se encuentra "muy bien" al abandonar la Clínica Planas de Barcelona, donde se recuperaba desde hace diez días tras la operación a la que fue sometido el 8 de mayo en el Hospital Clínic para extirpársele un nódulo del pulmón derecho que resultó benigno.

El monarca salió por su propio pie flanqueado por el jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Avelino Barros, y el director médico de la Clínica Planas, Jorge Planas. En su marcha, se despidió con dos besos de Montserrat Ribó, viuda del cirujano Jaime Planas, pionero de la cirugía plástica en España y fundador de la clínica.

El pasado martes Don Juan Carlos recibió la visita de su yerno, Iñaki Urdangarín, y el día siguiente, con motivo de la celebración de la final de la Copa del Rey en el Camp Nou, la de su hijo, Felipe de Borbón.

El jefe del Servicio de Cirugía Torácica del Clínic, Laureano Molins, aconsejó que la convalescencia postquirúrgica del monarca se realizara fuera de un hospital de agudos para reducir complicaciones y posibilidad de contraer infecciones.

El director del equipo que intervino al monarca destacó que tuvo "mucha suerte", puesto que uno de cada diez nódulos en el pulmón de pacientes fumadores es cancerígeno.

La intervención del Rey se programó de urgencia tras la detección de un nódulo en el pulmón derecho durante el chequeo anual al que se sometió el 26 y 27 de abril en la Clínica Planas.