Valencia / Lérida, Agencias

El presidente del Partido Popular valenciano y de la comunidad, Francisco Camps, vinculó ayer el «caso Gürtel» -y, en concreto, la reapertura de la investigación sobre los regalos que recibió de la trama- con el «reto» y el «sacrificio» hecho por los populares valencianos para «liderar» el PP español y que este vuelva a gobernar.

Camps se pronunció así en un acto para celebrar sus tres años de mandato y que reunió a los alcaldes de las tres capitales de provincia de la comunidad autónoma y al presidente del partido en la de Valencia, Alfonso Rus, pero del que estuvo ausente la dirección nacional y el líder provincial de Alicante.

Camps, que afirmó durante su intervención que había hablado por la mañana por teléfono con el líder del PP, Mariano Rajoy, se declaró convencido de que «nada es por casualidad». Desde Lérida, Rajoy justició su ausencia en el acto de Camps porque no puede estar «todos los días en todas partes».

«Ha valido la pena el esfuerzo y el sacrificio», dijo el presidente de la Generalitat. Y añadió que «todos los militantes del PP» supieron tras la derrota electoral de 2004 que «era la hora» de los populares de la Comunidad Valenciana, y que éste se iba a convertir en «referencia inexcusable».

«Asumimos ese reto de liderar este gran partido a nivel nacional y de conseguir que estemos ya a puertas de que ya el PP de España vuelva a gobernar en España».

El presidente insistió en que el «origen de todo» se halla en el hecho de que no se conformó con ser un «presidente cómodo» a los «intereses de Zapatero», sino que la Comunidad Valenciana estaba «ante todo» y quería que el PP «volviese a gobernar en España».

Según Camps, esta autonomía tiene que ser «la locomotora de España» y, «gracias» al PPCV, no volverá a ser «el furgón de cola».

«A partir de este mismo instante también comenzamos a elaborar el programa electoral y, por lo tanto, de Gobierno de los siguientes cuatro años», agregó Camps, convencido de que será «quien dirija el destino» de la Comunidad tras las elecciones autonómicas y municipales de 2011.

El presidente provincial del partido en Valencia, Alfonso Rus, dio su apoyo al presidente de la Generalitat y acusó al Gobierno central de querer «tirar a Camps». Por su parte, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, incidió que Camps es el «mejor presidente que ha tenido y tendrá Valencia».

Respondió a Camps desde Alicante la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, quien se preguntó cuál es el motivo que tiene el presidente valenciano para «celebrar una fiesta» y para sentirse «tremendamente feliz», dado que, a su juicio, Francisco Camps está «secuestrado por sus mentiras» y tiene «pánico a salir a la calle y a gobernar, por si encuentra a un periodista o a un ciudadano incómodo» con su gestión.