Lluís Prenafeta y Macià Alavedra, dos de los principales «comisionistas» de la «trama Pretoria», usaron su influencia y contactos como ex altos cargos del Gobierno de Jordi Pujol para mediar ante consejeros, alcaldes y dirigentes de CiU en beneficio propio y de empresarios con los que tenían intereses comunes.

El sumario del «caso Pretoria» revela que los imputados intentaron presionar a su favor, aunque sin éxito, a los consejeros de Economía, Antoni Castells, y Política Territorial, Joaquim Nadal, e incluso buscaron influir en las de Acción Social y Medio Ambiente a través de terceros.

Además de reuniones privadas al más alto nivel, Lluís Prenafeta también envió una carta a Castells pidiéndole que hablara con la consejera de Acción Social, Carme Capdevila, para desbloquear la venta a la Generalitat del edificio Illa Fórum de Barcelona, por 85 millones.

Las conversaciones telefónicas, intervenidas a los imputados por el «caso Pretoria» en los meses previos a su detención, muestran, además, que los ex altos cargos de Pujol también se dirigieron en una ocasión al presidente de CiU, Artur Mas, para conseguir información y pedirle que se reuniera con «un señor» que quería «facilitar cosas».

Con todo, Alavedra atisbó el verano pasado, en una charla con Prenafeta, que sus negocios podían influir negativamente en la victoria del líder de CiU, Artur Mas, en las autonómicas y le advirtió: «Escucha, a este niño, al final, no le dejaremos ganar las elecciones si hacemos el burro».

Por otro lado, una tasación hallada en el domicilio de Prenafeta durante un registro refleja que el ex político de CiU tenía cuadros valorados al menos en 13 millones. En su declaración ante el juez, incluida en el sumario, Prenafeta dice que no se trata de una tasación, sino «de una posibilidad de valor», aunque luego se corrige y dice que es la tasación «de alguien».