Madrid / Oviedo, Agencias

El Tribunal Supremo ha desestimado el recurso de Baltasar Garzón contra el auto del magistrado Andrés Martínez Arrieta que rechazó de plano la recusación planteada por el juez para apartar a Luciano Varela como instructor de la causa por una supuesta prevaricación cometida al investigar las desapariciones del franquismo.

Garzón recusó a Varela al considerar que no fue parcial al pedir a las acusaciones populares que corrigieran sus escritos iniciales de acusación. El auto, cuyo ponente es el magistrado Andrés Martínez Arrieta, que fue el encargado de estudiar la recusación, ratifica los argumentos que ya expuso el pasado mes de mayo, al entender que las resoluciones dictadas por Varela en esta causa fueron adecuadas a lo establecido en la ley procesal penal y, por lo tanto, «no pueden objetivizar la pérdida de imparcialidad que se denuncia».

No obstante, la mayor parte del auto se centra en dirimir la cuestión sobre si el rechazo de plano de la recusación era o no recurrible. Tras admitir que puede existir una laguna legal al respecto, Martínez Arrieta da trámite a la pretensión revisora planteada por la defensa de Garzón, que ejerce en este caso el abogado Gonzalo Martínez-Fresneda, si bien rechaza el recurso por los mismos motivos que lo hizo hace dos meses.

Entonces, el instructor de la recusación ya planteó que la decisión del magistrado Varela de solicitar a Manos Limpias y a Falange (posteriormente apartada de la causa) que enmendaran sus escritos no perseguía otra cosa que «reforzar y actuar las garantías derivadas del principio acusatorio que ampara al imputado en el procedimiento penal». Por todo ello, el Supremo coincidía con la fiscalía en que «la vía de la recusación utilizada es absolutamente inviable por carecer de fundamentación y justificación alguna».