Madrid / Oviedo, Agencias

El 98 por ciento de los controladores pertenecientes a la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) votó ayer a favor de iniciar una huelga en la segunda mitad del mes, frente al 0,96 por ciento que se mostró en contra. El secretario de comunicación del sindicato, César A. Cabo, señaló que los paros se realizarán a partir del 15 de agosto, si bien «no hay fecha marcada todavía». No obstante, al tener que avisar con 10 días de antelación, las fechas más probables sitúan los paros después del 15 de agosto, quizá el 18 o el 20.

Según fuentes del sindicato, la participación en la consulta alcanzó los 1.883 trabajadores, un 92% del total de los 2.033 afiliados, de los que unos 1.850 se mostraron a favor de los paros, el 98,25% del total. Ante estos resultados, la junta de USCA tomará la decisión de convocar una huelga en los próximos días, aunque al tratarse de un servicio público deben convocar los paros con un mínimo de diez jornadas de antelación.

Cabo explicó que la huelga se debe al «gran malestar» en el colectivo por el conflicto con Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) y Fomento, hasta el punto de que un 10 por ciento de los controladores ha solicitado la escisión de su contrato. Dentro de esta negociación se encuentran diversas materias, como los turnos de descanso, el establecimiento de una jornada laboral estable o el salario que perciben.

El siguiente paso consistirá en la fijación de unos servicios mínimos, que, según el ministro José Blanco, «garantizarán el tránsito aéreo», aunque según los controladores «serán abusivos», por lo que ya han anunciado su intención de recurrirlos. Fomento y Defensa han iniciado los trámites para habilitar la posibilidad de que los controladores militares puedan suplir a los civiles en «situaciones excepcionales», para lo que, según Blanco, podrían estar listos «muy pronto».

Sin embargo, Cabo considera que en aeropuertos con mucha intensidad sería «una locura que atentaría contra la seguridad». Los centros que podrían verse más afectados por la huelga serán los que registran un mayor tráfico aéreo, encabezados por el de Madrid, ubicado en Torrejón, donde trabajan cerca de 400 controladores, y el de Barcelona-El Prat, con unos 140.

El detonante de la que será la primera huelga legal del colectivo desde 1988 fue la aprobación la pasada semana del real decreto que regula los nuevos tiempos de actividad y descanso del colectivo y que fija un descanso obligatorio de 30 minutos cada dos horas de actividad. La nueva norma establece el límite mensual de actividad operacional en 200 horas con descanso mínimo de 184 horas distribuidas en al menos tres períodos de descanso. Al año, la jornada se mantiene en 1.670 horas, más las 80 extraordinarias que permite el Estatuto de los Trabajadores. El Gobierno redujo en febrero el sueldo desde los 350.000 euros anuales de media del salario del controlador hasta los 200.000 euros anuales, en torno a un 40%.

El ministro José Blanco se mostró «sorprendido» por el «cambio de actitud» de los controladores, que solicitan la «aplicación inmediata y sin dilación» del decreto que regula el descanso del colectivo. A su juicio, el decreto supone «una mejora sustancial» en las condiciones laborales, por lo que «se alegra» de que «tras el reproche inicial, ahora lo reconozcan». Asimismo, garantizó el tráfico aéreo durante huelga y declaró que no prevé el incumplimiento de los servicios mínimos.