Madrid / Oviedo, Agencias

Los controladores aéreos aseguraron ayer que está «en manos del ministro José Blanco» la huelga aprobada el martes por el 98 por ciento del colectivo y advirtieron de que los paros se convocarán cuando su sindicato lo considere «necesario y oportuno». El titular de Fomento respondió que «no está dispuesto a mantener» los privilegios de estos trabajadores y que el paro es «injustificado».

Un portavoz de USCA, Daniel Zamit, afirmó que «es responsabilidad de Blanco que se convoque o no» y le lanzó un ultimátum para que los reciba en las próximas 48 horas y «desatasque» la situación. «Es el último aviso», advirtió. El portavoz sindical recalcó que ésta es la «única opción» que les queda tras seis meses sufriendo «condiciones abusivas», en los que finalmente Blanco «les ha empujado» a convocar paros mediante «decisiones autoritarias».

«Si la huelga se entiende como un chantaje, esto es un chantaje», aseguró Zamit. Tras reconocer que son conscientes de las «muchas consecuencias» de convocar una huelga en pleno agosto, los controladores señalaron que los pasajeros y las compañías aéreas tendrán que «pedir cuentas a Blanco».

No obstante, el secretario de comunicación de USCA, César A. Cabo, aclaró que «en todo caso» el paro, para el que los controladores no desvelan ni la fecha ni la duración, sería «siempre después del 16». «Si no hay un cambio de actitud, la huelga se hará de todas, todas», dijo.

Los controladores continúan mientras las negociaciones sobre el convenio con Aena y han pedido que realice «algún gesto» relativo a las doce propuestas. Cabo aseguró que el colectivo «peleará» por conseguir unos servicios mínimos «razonables y no abusivos».

Aena ofreció ayer a los controladores una retribución anual media, hasta 2013, de 200.000 euros, cantidad que condiciona a que el servicio se desarrolle con «plena normalidad». El pulso se libra en torno al convenio, a la nueva ley del Gobierno que regula la navegación aérea y a dos decretos sobre turnos y liberalización de servicios.

El ministro Blanco respondió que la huelga de controladores está «injustificada» y «pretende sólo unos privilegios que Fomento no está dispuesto a mantener». «Todo se puede negociar. Vamos a hacer ese intento de abordar esos puntos de la tabla reivindicativa, pero con la máxima transparencia. Dentro de la ley todo es posible, pero al margen nada», recalcó.

Sobre las acusaciones de «autoritario», Blanco replicó que «la sociedad sabe que es un sector que gozaba de unos privilegios exagerados, que tenía la productividad más baja de toda la Unión Europea y los salarios más altos».