Oviedo, Agencias

El portavoz del Gobierno marroquí y ministro de Comunicación, Jalid Naciri, anunció ayer que el Rey don Juan Carlos visitará próximamente el país para entrevistarse con Mohamed VI en un encuentro informal derivado de la conversación telefónica que ambos mantuvieron, por iniciativa del Rey, el pasado día 11.

Don Juan Carlos telefoneó al monarca marroquí para reconducir la crisis fronteriza de Melilla, que había estallado días antes. La crisis se inició a raíz de las denuncias hechas por Rabat sobre agresiones de la policía española a ciudadanos marroquíes en la frontera entre Marruecos y la ciudad autónoma.

En su conversación, los dos monarcas constataron entonces el «excelente y fluido clima» de las relaciones entre ambas Casas Reales y jefaturas del Estado, así como en el plano bilateral. Asimismo, convinieron en que «no es bueno» que haya «malos entendidos» que puedan perturbar o enturbiar las relaciones entre España y Marruecos.

El Ejecutivo marroquí también se pronunció ayer, tras celebrar el primer Consejo de Ministros después de las vacaciones, sobre la visita girada el miércoles por el ex presidente Aznar a Melilla. La visita, calificada de «desleal» por el Gobierno español, recibió ayer el mismo calificativo por parte de Rabat, que acusó a Aznar de «intentar perturbar» la reunión que el próximo lunes tendrá en Rabat el ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, con sus homólogos marroquíes.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, salió ayer en defensa de la visita de Aznar, afirmando que el Gobierno socialista «ha abdicado» de sus responsabilidades para con Melilla, razón por la que el ex presidente se desplazó a ella -algo a lo que como ciudadano español, dijo, tiene «perfecto derecho»- para que los melillenses vean que «hay alguien que se preocupa por ellos».

Rajoy criticó el modo en el que el Gobierno ha gestionado la crisis. «Es inaceptable que el Gobierno español haya desaparecido», exclamó, para añadir que «el ministro de Asuntos Exteriores no existe, el embajador de España en Rabat no está, el cónsul de España en Nador no está». Rajoy se quejó, además, de que «el Gobierno no ha llamado a nadie del PP, ni al presidente de la ciudad de Melilla».

Mientras el PP lanzaba estas críticas, el Gobierno daba por zanjada la crisis, en un movimiento en dos tiempos que, horas más tarde, se cerró con el anuncio marroquí de la visita del Rey.

Por la mañana, el director general de la Policía y la Guardia Civil, Javier Velázquez, dio por solucionados los incidentes en Melilla, que ayer recuperó la normalidad tras el boicot de mercancías sufrido el martes. Velázquez se reunió el miércoles en Rabat con las autoridades marroquíes para preparar la visita de Rubalcaba y, coincidiendo con esta reunión, comenzó a desactivarse la crisis. No obstante, el Gobierno marroquí insistió ayer en que no tiene ningún vínculo con los activistas marroquíes que han protagonizado el bloqueo comercial y las protestas en la frontera.

Por la tarde, el ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, aseguró que lo ocurrido en los últimos días no ha supuesto «un conflicto, ni un eventual conflicto, ni una crisis bilateral». Moratinos reveló que habló en varias ocasiones con su homólogo marroquí, Taib Fasi Fihri, para disipar cualquier malentendido.