Madrid / Oviedo,

Agencias / L. Á. V.

Dos días después del final del plante que llevó el caos al tráfico aéreo español, los controladores han comenzado a expresarse públicamente, con ciertas dudas aún sobre su situación jurídica, que en teoría les coloca bajo el Código Penal Militar. Los portavoces del Sindicato de Controladores (USCA) pidieron disculpas ayer a los usuarios afectados por el caos del pasado viernes, pero a la vez acusaron al Gobierno de haberles desquiciado y llevado a una acción a la desesperada.

Uno de los portavoces, César Cabo, explicó que su colectivo ha dado un «salto al vacío» que las autoridades públicas «sabían que podía ocurrir» tras meses de «gestión abusiva» y con la «gota final» del decreto del viernes pasado. «Que se entienda que desquicie semejante sólo ocurre cuando un colectivo está presionado al límite», dijo Cabo «a título particular», porque el decreto que ha militarizado el control de los aeropuertos impide la actividad sindical.

El controlador aéreo recalcó que «la situación caótica del fin de semana» se podría haber evitado «con un mínimo de negociación sobre las horas» y con una llamada «prácticamente de cinco minutos». Añadió que «esto no puede volver a ocurrir jamás, no se puede permitir», tampoco en Navidades, «desde luego», y que «lo único que se necesita aquí es estabilidad laboral y que la gente pueda trabajar tranquila».

Cabo, que ha sentido estos días la indignación popular en la calle y en los locales públicos, insistió en disculparse ante los ciudadanos «por un caos sin justificación», pero con una explicación para «saltar al abismo de una manera tan desmedida». En su página de Facebook, Cabo también dijo: «Nos disculpamos de nuevo ante los usuarios afectados por el caos de hace dos días, ha sido una situación terrible ocasionada por una presión de meses que explotó el viernes».

Otra controladora, Cristina Antón, destinada en Canarias y que tiene un blog bajo el título «Controladores aéreos y otras hierbas», se mostró más explícita en otra entrevista: «Tratan mejor a los etarras. ¿Cómo es posible que de repente me conviertan en militar? Están en plan Franco».

En la misma línea se mostró otro portavoz de USCA, Daniel Zamit, entrevistado en una emisora de radio. «La gente se ha rebelado contra una norma injusta, que por supuesto vamos a recurrir, porque no tenemos derecho ni a ponernos enfermos, en un año en el que además nos han incrementado la jornada laboral un 50 por ciento». Zamit aseguró que «algo pasa para que los controladores estén dispuestos a perder su trabajo e ir a la cárcel».

«Nos disculpamos ante el caos causado; la presión de meses explotó el viernes»

<César Cabo >

Portavoz del sindicato USCA