El ex presidente Felipe González admitió que «probablemente» habría tomado la decisión de «volar» el coche en el que viajaban los terroristas que atentaron en el supermercado Hipercor en 1987. En todo caso, «nunca se dio esa posibilidad», dijo el ex jefe del Gobierno, quien afirmó que nunca decidió «directa ni indirectamente» que se matara a nadie, en relación con las actuaciones de los GAL.

González declara además en una entrevista publicada en la revista «Vanity Fair» que se equivocó al convocar el referéndum sobre la OTAN, y que el futuro político de Zapatero se conocerá dentro de los próximos tres o cuatro meses.

«Esto es sólo una hipótesis, nunca se dio esta posibilidad», dijo González respecto a «volar» el coche de los terroristas. «Pero vamos a ver: si pudiera haber impedido que esos tipos que iban con un coche bomba a volar Hipercor lo hicieran, incluso volando el coche con los tipos dentro, ¿lo hubiera hecho? Puede que lo hiciera, pero lo digo desde el punto de vista de la responsabilidad de un gobernante, que tiene la obligación prioritaria de defender la vida de sus conciudadanos», confiesa el ex presidente.

González ha dejado claro en la entrevista que nunca decidió «directa ni indirectamente» mandar matar o ejecutar a una persona, en relación con las actuaciones de los GAL, y ha asegurado tener la conciencia «tranquila» en este sentido, lo que le hizo no haber estado preocupado «nunca» por la posibilidad de acabar en la cárcel en el transcurso de la investigación.

En cuanto a la declaración de ocho histórico de ETA exigiendo a Batasuna que acelere los pasos en pro de la paz y del fin del terrorismo, el ministro Francisco Caamaño respondió a los presos que «no son momentos de treguas». El PSOE ve «extraordinariamente positivo» que pidan el fin del terror e insiste en la unidad de los demócratas. Mariano Rajoy por su parte dijo que «generar expectativas con criminales tiene bastante poco sentido» . Mientras EA y Batasuna «no cierran las puertas» a una colaboración mediante listas conjuntas para las elecciones.

Por otra parte, los abogados Haizea Ziluaga y Haritz Escudero, detenidos la semana pasada junto a seis dirigentes de Segi, recopilaban y enviaban a ETA los «primeros datos de urgencia» sobre los militantes de la organización juvenil que eran detenidos, para evitar nuevas operaciones judiciales. Así lo asegura el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska en el auto en el que deja en libertad bajo fianza de 18.000 euros a los dos letrados -a los que imputa un delito de colaboración con ETA- y enviado a prisión incondicional a los otros seis detenidos, a los que identifica como dirigentes de segundo nivel de Segi y acusa de integración en banda armada.

Por último, una de las detenidas de SEGI guardaba fotografías del presidente de Navarra y de la alcaldesa de Pamplona.