El «informe Bernat Soria», en el que han participado 35 expertos, lanzó ayer la voz de alarma sobre el peligro de una «burbuja sanitaria» si no se adoptan ya medidas que garanticen la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud. «Estamos ante un paciente que requiere una intervención y no meros retoques», porque éste «es un problema quirúrgico», aseguró el que fuera ministro de Sanidad con Zapatero.

Esta «burbuja» explotará si no se aportan soluciones al hecho de que el sistema atiende a un 40 por ciento de pacientes polimedicados que «consumen recursos que no tenemos», dijo Soria. La situación es tal que los expertos llaman al consenso de todos los agentes e incluso piden que se concrete en un pacto de Estado por la sanidad.

Bernat Soria advirtió de que el déficit acumulado por el Sistema Nacional de Salud, entre 7.000 y 12.000 millones, no es un problema debido a la actual crisis económica, sino estructural y que ya existía antes de transferir las competencias a las autonomías. Según el ex ministro, hay que meter el bisturí para que el sistema llegue sin hipotecas a las próximas generaciones con sus características de universalidad, equidad y gratuidad.

Para reducir el actual gasto, el informe aboga por un método como el del carné de conducir en el que el paciente perdería puntos con el mal uso del sistema, por ejemplo, por abusar de las urgencias. Otras opciones serían el tique moderador, la factura en sombra y, en última instancia, el copago. Además, los expertos abogan por un contrato médico-paciente en el que este último podría ser sancionado si incumple las indicaciones de profesional o deja la medicación.

La mayoría de los participantes en el estudio, promovido por Abbott, están en contra del copago, ya que no lo consideran ni una medida disuasoria ni recaudatoria. «No es una solución mágica» para la sostenibilidad del sistema , aunque ahora «no es el momento» de plantearlo, dice Soria, quien abre la puerta para el futuro como «forma de contraprestación».

Los expertos piden también un mayor esfuerzo en medicina preventiva y pasar de la actual inversión, que está en el 1,3 por ciento, al 3,4. «Tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, pero en prevención suspendemos», subrayó Soria, para quien las farmacias tienen un papel que jugar, prescribiendo dentro de unos límites y controlando al paciente polimedicado.

El ex ministro advierte de que cargar la prevención en la atención primaria no es la solución, ya que a este nivel sanitario tan sólo se le dedica el 2 por ciento del producto interior bruto y resuelve entre el 60 y el 70 por ciento de todos los problemas del sistema. La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública dijo que el informe está hecho a medida de la industria y le preguntó a Soria por qué no lo había sacado adelante cuando era ministro.