Madrid, Agencias

El ex presidente del Gobierno José María Aznar, presidente de honor del PP, criticó el pasado lunes a los «países occidentales» por la intervención aliada en Libia contra el coronel Gadafi, al que calificó de «amigo extravagante» de Occidente. Este análisis, que al ser difundido ayer levantó polvareda en España, fue deslizado el pasado lunes en una conferencia pronunciada en inglés en la escuela de negocios de la Universidad de Columbia.

Aznar defendió la labor de Gadafi en la lucha contra el terrorismo islámico, al tiempo que recordó que «no es estúpido». Aznar, nacido en 1953, explicó a su público: «Gadafi lleva en el poder desde 1969, cuando yo era un chico. Pero en 2003 pensó: "Esta gente -Estados Unidos- invadió Irak y ahora puede venir aquí y a lo mejor hacen el cambio de régimen en Libia"».

En refuerzo de su argumentación, Aznar sostuvo que, desde 2003, el líder libio, que anteriormente había financiado y promovido numerosas iniciativas terroristas, ha apoyado «todos los esfuerzos» del mundo occidental contra el terrorismo, además de abandonar «todos los programas de armas» nucleares, biológicas y químicas. «Y se convierte en un amigo extravagante, pero en un amigo, al tomar estas decisiones, y la consecuencia de ello es que los países occidentales le atacan», remachó.

En su conferencia, Aznar alertó de las consecuencias que, a su entender, pueden derivarse de la actuación de la OTAN en Libia. «Si decides apoyar a los rebeldes sin saber quiénes son y no apoyar a Gadafi, debes ser cuidadoso, porque, si no, tu credibilidad está acabada», explicó.

El ex presidente del Gobierno también acusó a Occidente de hipocresía respecto a las revueltas populares de Oriente Próximo al recordar que los dictadores de Egipto, Hosni Mubarak, y Túnez, Ben Alí, eran «teóricamente, amigos» de Estados Unidos y de Europa, «pero ambos les han dicho: "Adiós, amigo"». En cambio, añadió, «los manifestantes en Siria e Irán han pedido ayuda a los países occidentales y EE UU y Europa no han hecho nada».

En su discurso, Aznar aseguró que España «tiene muy complicado pagar su deuda», dada la subida de los tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo (BCE) hace dos semanas. Para el ex presidente, la decisión del BCE, podría provocar además que el crédito a las empresas «se vea limitado», lo que también hará que las «posibilidades de recuperación sean más duras». Aznar pidió, además, más reformas económicas, incluidas las del mercado laboral y, en general, del Estado del bienestar.

Las palabras de Aznar causaron indignación ayer en el Gobierno y en el PSOE. El vicepresidente Rubalcaba las calificó de «terribles» y las resumió en un «viva Gadafi, España no paga y el Estado del bienestar hay que cambiarlo». El «número dos» del PSOE, José Blanco, pidió, por su parte, a Rajoy que rectifique las palabras de Aznar. La rectificación llegó ayer por la tarde, pero no de Rajoy, sino de FAES, la Fundación que preside Aznar, que, corroborando el contenido conocido del discurso, precisó que Aznar no defiende el mantenimiento de Gadafi en el poder.