La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, aseguró ayer que el Gobierno sigue trabajando intensamente para traer a casa al reportero asturiano Manu Brabo, que hoy cumple un mes de cautiverio en un centro de detención de Trípoli después de que el pasado día 5 fuera secuestrado por tropas del dictador Gadafi cuando viajaba en coche con otros tres periodistas cerca de la ciudad de Brega.

El régimen libio no ha atendido las peticiones españolas para que expulse a Brabo, capturado bajo la excusa de que no llevaba visado. Las autoridades siguen sin acceder a que el diplomático Diego Ruiz pueda visitarlo. En la conversación que a mediados de abril mantuvo con su familia, el fotógrafo dijo que se encuentra bien y negó haber recibido malos tratos. Trinidad Jiménez envió ayer un mensaje de confianza a los padres, y la Asociación de Fotoperiodistas ha convocado para las siete de esta tarde en la plaza Mayor de Gijón una concentración para exigir la liberación de Manu Brabo, en la misma soltarán 720 globos, uno por cada hora que lleva secuestrado.

La ONU, la Federación de la Prensa y Reporteros sin Fronteras han criticado su arresto y han pedido el fin de su cautiverio.