El movimiento ciudadano 15-M ha optado por la resistencia pasiva y mantiene sus concentraciones a pesar de que la Junta Electoral Central (JEC) las considera ilegales a partir de esta medianoche, aunque Interior ha confirmado que la Policía no va a disolverlas.

Miles de personas continúan participando en las concentraciones, incluida la de la Puerta del Sol -a pesar de que la Junta Electoral Provincial de Madrid también ha prohibido la protesta de hoy-, que también continuará mañana por la decisión tomada esta tarde de forma asamblearia.

A la movilización de Sol se unen la mayoría de las protestas que se mantienen en otras ciudades españolas, que también han decidido continuar durante la jornada de reflexión.

Mientras, la sala segunda del Tribunal Constitucional no ha admitido el recurso de un abogado contra el acuerdo de la Junta Electoral Central de prohibir las concentraciones de mañana y pasado, al estimar que no se ha agotado la vía ordinaria.

El Tribunal Supremo, por su parte, ha inadmitido esta noche el recurso de IU contra la decisión de la JEC por considerar que la coalición no está legitimada para recurrir el acuerdo. Izquierda Unida (IU) recurrirá ante el Tribunal Constitucional la decisión del Tribunal Supremo de no admitir el recurso de la coalición contra el acuerdo de la Junta Electoral Central (JEC) de prohibir las concentraciones de mañana sábado y el domingo.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado "saben lo que tienen que hacer", ante las concentraciones, según ha asegurado este mediodía el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien ha añadido que la Policía y la Guardia Civil actuarán "hoy, mañana y pasado" bajo los principios de la "congruencia, oportunidad y proporcionalidad".

El ministro del Interior ha hecho una llamada a la tranquilidad de los ciudadanos, porque, según ha dicho, en casos como éste lo que tiene que hacer el Gobierno es explicar que "no corre peligro nada", pues "la gente ejerce sus derechos y la Policía garantiza que esos derechos se ejercen en el marco de la ley".

La Abogacía del Estado ha recomendado al departamento que dirige Rubalcaba que no se haga uso de la fuerza para disolver estas concentraciones si no son violentas, y que se actúe de forma "proporcionada" para cumplir con la resolución de la Junta.

Así, los servicios jurídicos del Estado creen que la Policía debe informar primero a los asistentes de que las manifestaciones en jornada de reflexión o en el día de la votación son ilegales para después instarles a desistir y desalojar estos lugares de forma pacífica.

El Gobierno ha hablado con las comunidades con fuerzas de seguridad propias, y en el caso de Cataluña, la Generalitat ya ha dicho que será "flexible" a la hora de hacer cumplir la decisión del órgano electoral.

En esta jornada, las concentraciones han seguido muy activas y los "indignados" se han preparado para resistir todo el fin de semana.

La más numerosa sigue siendo la de la Puerta del Sol, donde la afluencia ha ido aumentando a medida que avanzaba la tarde, y pasadas las 20:00 horas la plaza vuelve a estar llena, como en jornadas anteriores.

Los concentrados en Sol están cada vez más preparados, y ya cuentan con una enfermería que ha atendido bajadas de tensión o incluso una crisis epiléptica, así como una guardería para cuidar a los niños de los que quieren participar en las movilizaciones o en las asambleas en las que se siguen votando las decisiones de esta improvisada comunidad.

Decisiones como la de convocar para la medianoche, cuando entra en vigor la resolución de la Junta Electoral- un "grito mudo": los participantes se taparán la boca con cinta adhesiva durante cinco minutos.

Como en jornadas anteriores, la afluencia a la plaza en la que se encuentra el kilómetro cero ha ido aumentando a medida que avanzaba la tarde, y también en otros enclaves de España en los que se mantienen las concentraciones, como en Barcelona.

"Hemos perdido el miedo! Todos a la Plaza Cataluña desde las 12 de la noche del viernes hasta el domingo", rezan los carteles distribuidos en la plaza de Cataluña.

Mientras, en la Plaza de España de Palma ondea sobre la estatua ecuestre de Jaime I el Conquistador una bandera de Islandia, como homenaje de los manifestantes a un pueblo que "se ha negado a pagar la deuda pública que otros provocaron".