El movimiento ciudadano 15-M optó ayer por la resistencia pasiva para mantener sus concentraciones durante la jornada de reflexión de hoy y la de votaciones del domingo, frente a la decisión de la Junta Electoral Central de declararlas ilegales y prohibirlas.

Miles de personas desbordaban anoche la Puerta del Sol, donde una asamblea decidió ignorar la prohibición de la Junta Provincial y seguir con la protesta. Los «indignados» de la concentración madrileña acordaron, durante una asamblea, cerrar el paso a la prensa y «no permitir» que los cámaras de televisión graben en cuatro zonas de la carpa.

En esa reunión llovieron las críticas contra los medios de comunicación, a los que se les acusó de «manipular» y «tergiversar» la situación y los acontecimientos que se generan en la plaza. Las áreas vetadas son las de comunicación, legal, enfermería y guardería.

«A los periodistas les pedimos que no nos graben, porque algunos de nosotros tenemos responsabilidades», dijo uno de los dirigentes. Algunos pidieron que también se prohíba grabar las asambleas generales, pero esta solicitud no tuvo el apoyo mayoritario.

Frente a las acusaciones de ser «la maquinaria de propaganda de la patronal», un profesor de Ciencias de la Información respondió que «no podemos restringir la información, porque el poder lleva años censurándola. La información debe circular y ser libre».

Los concentrados en Sol están cada vez más preparados, y ya cuentan con una enfermería que ha atendido bajadas de tensión o incluso una crisis epiléptica, así como una guardería para cuidar a los niños de los que quieren participar en las movilizaciones.

La asistencia a esta protesta se ha disparado en muchas ciudades. Miles de personas estaban reunidas anoche en la plaza de Cataluña en Barcelona. Otros miles se manifestaban en Málaga y las caceroladas se dejaban oír en otras ciudades. En Palma de Mallorca ondea sobre la estatua ecuestre de Jaime una bandera de Islandia, como homenaje de los manifestantes a un pueblo que «se ha negado a pagar la deuda pública que otros provocaron».