Las autoridades francesas han hallado dos fusiles de asalto G-3 y munición para los mismos, 20.000 dólares, 120 metros de cordón detonante, un temporizador con el anagrama de ETA y un paquete con una sustancia que podría ser azufre en dos de los tres zulos encontrados este martes en el suroeste de Francia. En el tercer escondite se ha hallado una cantidad de clorato, según han informado a Europa Press fuentes de la lucha antiterrorista.

Estas mismas fuentes han precisado que este es el fruto del primer análisis de los expertos de las fuerzas de la seguridad francesas a falta de realizar el inventario definitivo y medir la cantidad exacta y el estado de las sustancias incautadas a la organización criminal. Estos objetos estaban escondidos en tres bidones de los que habitualmente utiliza la banda y que tienen una capacidad de entre 30 y 50 litros cúbicos.

Las autoridades francesas han descubierto estos escondites cerca de la frontera española con la colaboración de la Guardia Civil que ha sido la que le ha facilitado la información. Tras los primeros análisis, las fuerzas de seguridad consideraron que podrían tratarse de viejos almacenes de la banda que llevaban tiempo sin ser visitados por los terroristas.

Nueve zulos en 2011 y el caserío de Legorreta

La operación la lleva la juez antiterrorista francesa Laurence Le Vert. A lo largo de 2011 son ya varios los escondites desarticulados. El primer hallazgo de un zulo en el presente año se remonta al pasado 4 de enero cuando las autoridades francesas hallado en las proximidades Toulouse (Francia) con material explosivo introducido en varios bidones con inscripciones en euskera y con una capacidad de entre 30 y 50 litros cúbicos.

En concreto, el zulo fue encontrado al norte de Toulouse, en la localidad de Sarlat-la-Canéda, en Dordogne (Departamento 24). Los dos bidones fueron escondidos en contenedores de basura que los terroristas habían enterrado bajo tierra y fueron descubiertos tras un movimiento de tierras por unos obreros que trabajaban en el desmonte de una ladera cercana.

El siguiente hallazgo se produjo sólo once días después, cuando el 15 de enero, las autoridades francesas localizaron otro escondite que contenía un bidón en el que los terroristas escondían armas. El bidón, según han precisado las mismas fuentes, se encontraba enterrado en una zona forestal en la localidad francesa de Dramelay, en el departamento 39 del país galo.

Fue en abril cuando la Guardia Civil llevó a cabo la mayor operación contra el almacén de explosivos de ETA en los últimos años. Entre el 12 y el 14 de ese mes se desarticuló un caserío que el 'comando Erreka' tenía en la localidad guipuzcoana de Legorreta. En ese mismo edificio los agentes del Instituto Armado encontraron un escondite de 30 metros cuadrados con más material para la fabricación de explosivos, según los datos recabados por Europa Press.

Además los miembros de este comando llevaron a los agentes hasta otros tres zulos que tenían en Zegama (Guipúzcoa) y las localidades navarras de Azpiroz y Baraibar. En total la operación se saldó con la incautación de casi dos toneladas de explosivos y armas.

Por último, el pasado 8 de mayo la Ertzaintza halló un zulo de ETA que contenía tres pistolas, dos subfusiles y diverso material electrónico en el monte Artxanda, en el término municipal de Sondica (Bilbao).

El año 2010 se cerró con un total de catorce escondites de ETA desarticulados, cinco de ellos en territorio galo en los que se incautaron 1.750 kilos de explosivo.