Medio centenar de vecinos de Poyales del Hoyo (Ávila) y una treintena de miembros de asociaciones de defensa de la Memoria Histórica se han enfrentado este domingo por el traslado de restos de diez represaliados a una fosa común, lo que ha obligado a actuar a la Guardia civil para evitar un altercado mayor.

Ha sido en torno a las 12:30 horas cuando los miembros del Foro por la Memoria del Valle del Tiétar y la Vera, de la Asociación de Familiares de Republicanos Desaparecidos y de La Memoria Viva han acudido a la plaza del ayuntamiento de esta localidad de más de seiscientos habitantes para participar en una concentración de protesta por el traslado de los restos de diez represaliados de la Guerra Civil.

Las exhumaciones se llevaron a cabo el pasado sábado, 30 de julio, desde una sepultura que los integrantes de las asociaciones denominan "tumba por la libertad", cedida por el consistorio, hasta una fosa común, a petición de una de las familiares de los represaliados y en presencia tanto del alcalde, Antonio Cerro, como de la juez de paz y de dos familiares.

En esos momentos, un grupo de vecinos presente en la misma plaza ha comenzado a pitar a los miembros de las asociaciones en defensa de la Memoria Histórica y a llamarles "provocadores", mostrándoles un documento de la Subdelegación del Gobierno de Ávila que no autorizaba la movilización.

Ha sido entonces cuando han comenzado enfrentamientos entre vecinos y concentrados, con insultos verbales y empujones, lo que ha motivado la rápida intervención de los agentes de la Guardia Civil, que han evitado que el altercado fuera a más.

Finalmente, los miembros de las asociaciones a favor de la Memoria Histórica se han marchado de la plaza ante la imposibilidad de leer el manifiesto de protesta por la exhumación de los restos de los represaliados que tenían preparado.

Tras el altercado, un biznieto de una de las personas represaliadas exhumadas, Yashpaul Gosain, ha mostrado en declaraciones a Efe su "indignación" por el traslado de los restos a la fosa común "sin el consentimiento de los familiares" y ha subrayado que "costó mucho sacar los cuerpos de donde estaban para ahora encontrarnos en una situación parecida".

Por su parte, el presidente del Foro por la Memoria del Valle del Tiétar y la Vera, José Verdesoto, ha calificado esos hechos como "vandálicos" y ha pedido que "la Fiscalía actúe de oficio en este caso", al tiempo que ha reclamado al Partido Popular, formación a la que pertenece el alcalde de Poyales, que "se pronuncie destituyéndole o llamándole la atención".

El alcalde de esta localidad, Antonio Cerro (PP), quien no se encontraba hoy en Poyales "para evitar males mayores", ha manifestado a Efe por teléfono que el traslado de todos los restos se hizo "por humanidad", porque "la tumba en la que se encontraban estaba llena de agua y barro y las urnas en las que reposaban los restos, destrozadas".

Ha asegurado igualmente que las exhumaciones se llevaron a cabo "a petición de una de las familiares de los represaliados" y que en todo momento estuvo asesorado jurídicamente por la Diputación Provincial de Ávila para acometer el traslado, al tiempo que ha indicado que "con posterioridad, la mayoría de los familiares han firmado un documento mostrando su conformidad".

Las asociaciones convocantes de la concentración de hoy están a la espera de que alguno de los familiares de los diez represaliados presente una denuncia ante la Justicia para sumarse a la misma, mientras que el Ayuntamiento de Poyales, según ha explicado el regidor, está recabando toda la información para aclarar todos los hechos.

Los restos trasladados a la fosa común son los de Virtudes Puente, Pilar Espinosa y Valeriana Granada, exhumados en 2002 en el paraje de la Vuelta del Esparragal, y de Tomasa de la Peña, Régulo Martín, Francisco Martín, Ceferino Gómez, Benjamín Gómez, Tomás Retamal y Emilio García, exhumados en 2010 del paraje de la Cuesta del Avión.