Madrid, Agencias

El diputado de IU, Gaspar Llamazares, reclamó ayer a los parlamentarios socialistas que se rebelen contra la reforma constitucional, cuya retirada pidió. Si no, el portavoz de la coalición en el Congreso exigió que se celebre un referéndum.

En su intervención ante la Cámara baja, Llamazares dijo que, «para lo que nos queda en el convento, deberíamos tener un rapto de dignidad». E insistió en que se trata de un «golpe a la Constitución» y «un secuestro» de la voluntad popular y de la iniciativa parlamentaria.

El diputado criticó que socialistas y populares presenten esta reforma en agosto, «con agosticidad y alevosía», y lamentó que se haga por el trámite de lectura única, obviando el acuerdo y la negociación.

Según Llamazares, la reforma «no es parcial, es total», y afecta al título preliminar, a la soberanía del Estado español, al Estado democrático y a los derechos sociales. Por esta razón, IU e ICV anunciaron que recurrirán ante el Tribunal Constitucional si la Mesa del Congreso rechaza la impugnación al trámite de la proposición de reforma acordada por el PSOE y el PP.

La Mesa tiene de plazo hasta el viernes para sopesar la impugnación, que se fundamenta en que la propuesta de reforma del artículo 135 implica una «modificación encubierta de su título preliminar».

Por su parte, los tres diputados de ERC adelantaron que el viernes abandonarán el Pleno que debatirá la propuesta de reforma de la Carta Magna e invitaron al resto de los grupos minoritarios de izquierda a sumarse a esta iniciativa. A su juicio y al de Llamazares, la reforma es «ideológicamente muy peligrosa» y un «golpe de gracia a la izquierda».

«Espero que haya 35 ciudadanos en esta Cámara que obliguen a que el 20-N haya una tercera urna»

<Rosa Diez >

Unión, Progreso y Democracia