San Sebastián, Agencias

Los socialistas vascos, con el lendakari, Patxi López, al frente, celebraron ayer en el Kursaal de San Sebastián su primer acto electoral tras el comunicado de adiós a las armas de ETA. Un acto emotivo, con especial recuerdo para las víctimas, en el que el candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, llamó a sus correligionarios vascos a combatir al independentismo en el terreno político: «Ahora les hemos quitado las bombas y, a partir de hoy, tenemos que quitarles los votos con la fuerza de la democracia», dijo el ex ministro del Interior.

Al acto asistieron, entre otros, dos ministros vascos: la de Tecnología, Cristina Garmendia, y el de la Presidencia, Ramón Jáuregui. También, prácticamente todos los consejeros del Gobierno vasco que, en compañía del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y el candidato al Congreso Odón Elorza, arroparon a víctimas de atentados que sobrevivieron a la agresión -Eduardo Madina, José Ramón Recalde, Esther Cabezudo e Iñaki Dubreuil- y a familiares de los asesinados: viudas e hijos de cargos públicos como el asturiano Juan Priede, Froilán Elespe, Isaías Carrasco o Enrique Casas.

Rubalcaba agradeció a los socialistas vascos su labor durante los cuarenta años de persecución por parte de ETA, al tiempo que atribuyó al «pueblo vasco» la «victoria» sobre el terrorismo. El ex ministro aseguró que el Gobierno «no ha perseguido las ideas en Euskadi», sino que ha actuado contra «terroristas» y contra los que «apoyaban a los terroristas».

«A los terroristas se les persigue con las armas del Estado de derecho y a los independentistas radicales se les hace frente con las armas de la democracia, con el debate, las razones y las convicciones. Ésa es ahora nuestra batalla», dijo.

Al candidato le precedió en el uso de la palabra el lendakari, López, quien, muy emocionado -las lágrimas interrumpieron su discurso en varias ocasiones- aprovechó para proclamar la unidad de los socialistas, momento en el que se dirigió al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, a quien los militantes que abarrotaban el Kursaal dedicado una de las más largas ovaciones del mitin.

Eguiguren, quien no siempre ha contado con todo el apoyo de sus compañeros de partido, ha defendido desde hace años la necesidad de llegar a acuerdos con la izquierda aberzale que impulsaran a ésta a optar exclusivamente por la vía política y a llevar a ETA a su terreno.

«Hoy somos todos hermanos y eso nadie lo va a quebrar», sentenció López. También reivindicó el papel del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien dijo que «entendió desde el primer momento lo que necesitaba Euskadi y se implicó y arriesgó como nadie». «Gran parte de la esperanza que ahora tenemos se la debemos a él, un presidente valiente que siempre ha estado a la altura de las circunstancias», resaltó López.

El lendakari advirtió de que los demócratas «no le deben nada a ETA y nada le van a pagar; ni a ellos ni a los que hasta hace dos días han dado su apoyo a los postulados totalitarios que eran el soporte de ETA, a esos mucho menos».

No obstante, prometió «inteligencia y generosidad» en la tarea de «recuperar para la democracia a las personas que hasta ahora la atacaban», en referencia a la izquierda aberzale.