La llegada de inmigrantes a las costas españolas en 2011 aumentó casi un 50% respecto a 2010, cuando se contabilizaron 3.562 personas frente a las 5.443 de este año, con lo que se rompe así la tendencia descendente desde hace cuatro años.

Durante la presentación del balance de la lucha contra la inmigración ilegal 2011, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, ha explicado que España "sigue siendo un lugar deseado y un destino apetecible para los extranjeros que quieren mejorar su calidad de vida".

Interior ha atribuido este aumento en la llegada de inmigrantes a los movimientos de personas como consecuencia de la llamada "Primavera Árabe".

Por medio de embarcaciones, y a través de Canarias, entraron 340 inmigrantes (144 más que en 2010), mientras que el resto (5.103) lo hicieron por la península y Baleares (1.667 más que en 2010).

Además, se produjeron 11.358 expulsiones, de las que el 80% fueron de personas con antecedentes policiales o judiciales.