El presidente Mariano Rajoy se estrenó ayer en la sesión de control con un debate en el que pidió al nuevo líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba, que no le dé lecciones, dado su pasado en el Gobierno de Zapatero. En su primer rifirrafe se acusaron mutuamente de minar la confianza en España por haber engañado sobre la subida de impuestos y el déficit.

Rubalcaba lo culpó de haber mentido en campaña por no decir que iba a subir los impuestos y Rajoy le respondió que también mintieron los socialistas cuando, aún en el Gobierno, aseguraban hasta el fin que se iban a cumplir los objetivos de déficit (6%) y lo dejaron por encima del 8%, un hecho que supone el «más importante de los problemas de confianza» que afronta España.

El cara a cara empezó con Rubalcaba preguntando a Rajoy si tiene un programa a la altura de las necesidades del país y el presidente contestándole que sí, que lo tiene. El Presidente ironizó sobre el discurso «de gran altura» del líder de la oposición, quien «dará mucha confianza» a los españoles, para recordarle al socialista que ahora, «por fortuna», tiene menores responsabilidades que cuando estaba en el Gobierno y «nos dejó las cosas como están». «Lecciones, las imprescindibles», le espetó el Presidente.

Rubalcaba le reprochó a Rajoy que en su carrera a la Moncloa asegurase que iba a bajar los impuestos cuando «sabía perfectamente» que pensaba hacer todo lo contrario. «Es muy buena cosa para garantizar la confianza empezar por lo contrario de lo que se dice en campaña», añadió el líder del PSOE, quien bromeó sobre la frase de «vivo en el lío» pronunciada por el Presidente.

Un lío que, según Rubalcaba, se plasma en los ministros que se contradicen o cuando el jefe del Gobierno dice en Bruselas que con la reforma laboral «me van a hacer una huelga». «Tenga cuidado con los micrófonos no vaya a ser que piensen los ciudadanos que sólo es sincero cuando no lo escuchan», le espetó el líder socialista al presidente del Ejecutivo.