La afirmación del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, de que ETA es un problema de dimensión política provocó ayer un duro cruce de acusaciones entre el PP y Rosa Díez, mientras que el entorno político de la banda saludaba la aseveración e invitaba al Gobierno a seguir por ese camino.

El secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, dijo que Rosa Díez «no es de fiar» y tachó de «demagógica» la actitud de la líder de UPyD, quien pidió al Gobierno que ilegalice Bildu. Oyarzábal aseguró que Díez «lo mismo estaba favor de los GAL que de las negociaciones de Argel» o era «defensora de seguir con los nacionalistas cuando pactaron con ETA en Lizarra». El eurodiputado popular Carlos Iturgaiz pidió al Gobierno que explique ese balón de oxígeno a la banda y el Foro de Ermua mostró su recelo.

Por otra parte, el etarra Daniel Pastor, que llamó «fascistas» a los jueces, volvió a manifestar su chulería al jefe del tribunal de la Audiencia, al que espetó: «Ya sabe lo que considero de ustedes y no hace falta que lo repita».