Madrid, E. P.

El vicepresidente de Azkar, José Antonio Orozco, socio de Jorge Dorribo e imputado como éste en el «caso Campeón» sobre una presunta trama de obtención fraudulenta de ayudas públicas, reconoció ayer ante el Tribunal Supremo que era su «obligación como empresario» poner al corriente al ex ministro de Fomento José Blanco de los problemas que su compañía tenía para obtener la licencia de apertura de una nave en unos terrenos de Sant Boi (Barcelona) y sobre la afectación de la ampliación del aeropuerto de La Coruña.

Así lo aseguró el empresario ante el magistrado José Ramón Soriano, que investiga la posible implicación de Blanco en la citada trama. Orozco, sin embargo, no cree haber obtenido del ex ministro «algo más que el traslado de una información», y negó haberle dado jamás dinero o haber dicho que había pagado su chalé en Madrid.

Según el empresario farmacéutico Dorribo, que acusa a Blanco de recibir dinero a cambio de hacer gestiones en su favor, Orozco habría obtenido favores del ex ministro e incluso habría actuado como su testaferro para poner en marcha un proyecto de recogida de medicamentos. A cambio, el empresario de transportes habría pagado parte del chalé del ex ministro en Madrid.

Orozco admitió que conoce a Blanco desde niño, que «se puede decir» que son amigos y que, durante su etapa de ministro, tuvo contactos con él, «fundamentalmente para informarle de proyectos empresariales para que los conociese y pudiese opinar sobre ellos». Uno de ellos fue el proyecto «Sigre» de recogida de medicamentos que quería montar con Dorribo, del que habló con Blanco en su despacho de Fomento.